lunes, octubre 31, 2005

 

halloween


¿por dónde empezar? escribo esto a minutos de que termine el día de mi cumpleaños. son 32 los octubres que he pasado sobre esta tierra y aún estoy entrando en calor. sinceramente hoy fue un día perfecto, con desayuno en la cama, canto de feliz cumple a cargo de m y sobre todo f, que practicó y hasta la apagada de una vela compartida. luego, a disfrutar el primero de mis quince días de vacaciones que tengo por delante. y a recuperarme un poco del findex campestre. que resultó mucho más agradable de lo que uno podía prever y hasta compensó mi ausencia en el bue mix edition que tantas ganas tenía de ir. no me quejo. al contrario. como que la paz de la pampa, che, caló en la pareja del tupper del décimo piso de la calle ugarte y la armonía reinó en todo momento, pese a algunas desprolijidades humanas ajenas al núcleo duro de la familia. tampoco me quejo. fue la nota de color del fin de semana. de esos que se disfrutan y que entran en el top 10 familiar, con fotos incluidas. porque el japonesito que hay en mí se adueñó de mi cuerpo y disparó ciberfotos a distra y siniestra, obviamente con un eje casi exclusivo como modelo, f. y el findex también me puso más reflexivo en cierta forma, tanto como para bancarse las güevadas de alrededor. y si antes podía contestar de mala manera o pelearme directamente, llegué a un estado de pax interior bastante satisfactorio. o sea, estoy hecho una lechuga lavada y hervida. y nada, que me predispuso para pasar un cumpleaños tranquilo. querés hacer algo, me preguntó m. no, quiero hacer lo que tenga ganas. y si no viene nadie de mi familia a celebrarme, mejor. no porque los quiera tener lejos, sino porque tenía ganas de hacer lo que pintara. y aquí estoy, a las 23.25 escribiendo esto. en cierta forma contento o satisfecho por mí. y qué me importa si se quema unicenter, si gana river o si pierde el sic. por 24 horas todo lo que tenía ganas de que realmente estuviera bien, lo estuvo. y como dice la tarjeta de crédito, que no tengo, no tiene precio. y en cierta medida me releo y me veo destilando almíbar. será sólo por hoy. o quizás sigue. mañana veremos. ahora estamos así, contentos por haber conocido, por ejemplo, un lugar nuevo. haber agarrado el auto y paseado por la pampa húmeda con nafta en el tanque y buena compañía. charla, al final, interesante y localidades que van pasando por la ventana. cañuelas, lobos, roque pérez, saladillo, general alvear. tanta era la apertura que el sábado agarré el auto y me fui para el pueblo. la excusa, comprar cigarrillos, aunque con intención de volver. un pueblo pueblo, por supuesto con iglesia-plaza-municipalidad. aunque la calma chicha de sábado a la tarde no era tal. la juventud peronista local había colocado unos brutos parlantes en la plaza que escupían música latina saturada. a los gritos, me hice entender por el encargado de la estación de servicio: qué pasa, fue la pregunta; están organizando un concurso para esta noche, como un silosabecante, me dijo entre sonrisas socarronas imaginando a los mismos de siempre reunidos en torno a un precario escenario haciendo las mismas payasadas de siempre con cerveza en la mano. y todo me resultó pintoreuscou y me volví pa´ las casas contento. como si todo en estos dos días fuera para alegrarme la existencia. y así estoy, repito, contando de apuradas sensaciones que por ahora no pude procesar del todo y que sólo llevan a este estado de alegría conciente. ce la vie o algo por el estilo. happy halloween, by the way.

viernes, octubre 28, 2005

 

alive & kicking

ok. volví de la muerte. no vi la luz al final del túnel y quizás me extralimité con lo de la guardia. pero cuestión que el efecto se-lo-llevan-en-ambulancia pegó fuerte en el diario y lo disfruté a lo grande. el martes falté al laburo. seguía con dolores pero nada que una linda pastilla no pudiera solucionar. miércoles, me reincorporo y cuando llego todos me miran con cara de qué hacés acá. está bueno eso, porque quiere decir que nadie espera mucho de mí por el día y yo, que toda esta semana estuve pensando en los quince días de vacaciones que comienzo el lunes, aproveché para planear actividades recretivas varias. y me fui temprano. hoy ya me hice el serio y si bien amagaron con, che, no te querés ir, me quedé estoico, renqueando un poco eso sí, porque de verdad estoy renqueando, y avisé que mañana -viernes- quizás me tenga que ir temprano al médico... o al campo. ségual. oh, yeah, mañana tengo pensado convertirme en un highway star y encarar para los pagos de alvear. sólo espero llegar al susodicho establecimiento rural con las indicaciones que me fueron dadas. no creo que tenga problemas aunque de verdad los terratenientes locales podrían gastar unos manguitos y poner carteles de a 600 metros, lo de tal, en vez de indicaciones del tipo, en la caminera de alvear, seis kilómetros hasta la ruta de tierra, dobla a la izquierda... tá bien, no es difícil, pero sigo insisitiendo con los carteles propios. sería más fácil. le quetería algo de la mística del refugio bucólico de campiña, pero si vas a invitar gente, media pila. lo único que me preocupa un poco es f y su comportamiento. al carecer de equipo de música, el auto de mis suegros -vehículo elegido para el periplo- tendré que escucharlo hablar. y el pibe cuando empieza, no para. por m no me preocupo, de última nos callamos la boca y listo. conversar tanto tiempo no es mi estilo cuando manejo. a menos que me saquen temas interesantes y yo pueda zanatear. o sea, m, mientras no profundicemos, todo bien. el insight lo dejamos para terapia de pareja dentro de ¿15? ¿35? años... eso sí, me llevo mis pastillitas milagrosos que, espero, no deba utilizar cuando monte a caballo. (mensaje a quien corresponda: ay, que no llueva.) espero regresar al tupper del décimo piso de la calle ugarte el domingo a la noche o lunes por la mañana, así que cualquier mensaje que se me quiera dejar, hablar con la contestadora. ustedes saben muy bien porqué lo digo, sino, consulten su calendario, hijoputas. por lo demás, vale decir que ayer me colgué con el google earth. buscando coordenadas para diversos lugares llegué a un sitio que tenía marcadas algunas de lugares importantes. qué sé yo, onda las pirámides y esas cosas. sí, las pirámides se veían muy bien. ahora, probé un par para la muralla china y ni putas. o estaban mal o soy demasiado estúpido y no la vi. lo que sí encontré, por mi cuenta, revisando mapas con latitudes y longitudes, fueron el cusco (sí, con s y me la banco porque soy filoperuano) y machu picchu. bueno, machu picchu no se ve desde el aire, pero sí se aprecian las terrazitas que están cerca. copado. cuestión que eso me hizo acordar del vieje que emprendí con nuestro cronista en niúiorc, más tp que nunca, y con el chico de los planos en p&d, un personaje hermoso que hasta incluso probó alguna vez tener un blog y le dio paja continuarlo. viaje iniciático si los hay, que disfrutamos a lo grande y que están en el top 3 de los high points de mi vida. los otros dos... ya se saben, no jodan. algún día volveré por esos pagos, no sé si a bordo de un fiat 147, pero sí con la famiglia, para decirle a los pibes, vistessss, acá estuve cuando no había un chopin acá al lado y los caminos eran de tierra y tantas otras cosas que me gustaría recordar con un ron salvador en la mano, desde el balcón de ukuku´s en la plaza de armas. ah, qué tiempos aquellos, diez años se cumplen ahora de aquella epopeya. snif.

martes, octubre 25, 2005

 

i´m alive!

de cómo un malestar laboral se transforma a una excursión a los indios ranqueles de la medicina. todo comenzó a eso de las 4 de la tarde. me sentía raro. un dolor en la panza, a la altura del diafragma fue el primer síntoma. no pasa nada, pensé, ya se me va a ir. debe ser una mala postura al sentarme, algo común en mí y agravado por horas y horas arriba del 130. entonces seguí. a las 5, el dolor se extendía sin parar. no dije nada. para las 6 de la tarde, se había pasado hasta la espalda: un arco que de verdad me estaba torturando. a las 18.30 no aguanté más y comuniqué mi malestar a mis allegados laborales. che, me duele mucho la panza, por acá, sí. y me está partiendo. así no pienso largarme a casa. llamá a una ambulancia... chan... una mini revolución se apoderó de la sección y me asignaron a una compañera como una suerte de guardián. me acompañó abajo para esperar la ambulancia. a las 15 minutos se apersona el jefe de personal y me preguntó si habían llamado a la ambulancia, ante mis gestos evidentes de dolor, cada vez más fuertes. resulta que nadie había llamado. 7 y cuarto y apareció la ambulancia. un breve examen y un dictamen primerizo: cólicos renales. un buscapina compuesto por vía intravenosa y a esperar que se me pase. la verdad es que se me pasó bastante. pero la mina me dice: si te duele a la noche, andate a la guardia. y yo no quería estar doblado en el décimo piso de la calle ugarte y llamar a otra ambulancia a las cuatro de la mañana. no, llévenme ustedes a la guardia. ok. aviso por teléfono a m que me desviaré de mi recorrido un poco, sin ponerla por demás nerviosa pero explicándole los síntomas para que estuviera preparada. ella, por su lado, organizó la tenencia de f y partió a encontrarme. viajé, entonces, en ambulancia, tirado en una camilla aunque sin glamour: no hubo sirenas en el camino. y así llegué alrededor de las 20 al sanatorio colegiales, de ahora en más, la toldería de la calle conde. me bajaron en silla de ruedas y me llevaron a una guardia. no, acá no hay camas, llevalo al tercer piso, que está destinada a los poseedores de mi obra social de periodistas. ascensor e ingreso a una sala que tenía pinta inmaculada, recién pintada. suerte, dije. pero una simple mirada a mi alrededor dio cuenta de mi error: una sola médica para ocho camas cuyo promedio de edad de pacientes rondaba los 68. me sentaron en una cama recién cambiada y temí que el anterior morador hubiera muerto en el proceso. a mi lado, un hombre bien grande que buscaba la forma de escaparse de ahí. yo casi más intento lo mismo un par de veces y un par de horas más tarde. quedate ahí y esperá, me dijo una doctora joven que habrá pensado que tocaba el cielo con las manos cuando entró en este nosocomio pero que ahora cargaba encima una más que evidente desilusión. tengo ganas de orinar, manifestó sin más, josefa seminario, mi compañera de guardia de la cama de enfrente. acto seguido, una enfermera bien predispuesta, la cambió sin siquiera correr un cortinado. le puso un pañal y se encargó de que el lugar se enterara de que también le estaba adosando una chata. al lado de josefa, otra anciana, delirante esta, que creía llamarse romina -no era así- y que manifestaba tener cuatro años. para el otro wing de josefa, vittorio, viejo tano esperando ser derivado a terapia intensiva... y entró entonces mario corti, viejo con pinta de buenazo que anunció: vengo por problemas en la próstata. y lo mandaron a mear en un frasquito al baño al que yo mismo había concurrido a hacer el antidóping ni bien había llegado. la diferencia es que el hombre estaba pasado de alguna sustancia que a puerta le hubiera saltado en cualquier lado: un frasco repleto de sangre. sí, a la vista de todo el mundo, como si en esta toldería fuese la norma humillar a sus pacientes. yo esperaba el momento en que alguien me ordenara desnudarme y tuviera que lucir mis calzoncillos rotos, porque justo hoy salí con ese par que sólo usás a comienzos de semana porque sabés que nadie estará interesado en sacártalos. por suerte, no pasó. las que sí pasaron fueron las horas. a todo esto, en la sala de espera ya se encontraba m sin siquiera saber si yo estaba adentro de la guardia o en qué condiciones. mi padre le hacía apoyo logístico. y se la bancaron. en un momento le pedí a la enfermera de la chata que le avisara que estaba vivo, con dolores que se estaban calmando y que se fuera a comer algo por ahí, que esperaba una escapada pronta de allí. me equivoqué. por lo de pronta. a las once menos cuarto, más o menos, la doctorcita, que ya se había reputeado con la jefe de guardia de abajo porque le seguían mandando gente y ella sin camas y vos que tenés catorce y son dos y yo que no doy a basto y encima se me rompió la impresora y hablá con ricardo y te corto porque con esta mina no se puede, me hace lo mismo los sábados... cuestión que a las once y media pasadas, repito, cae una gorda a sacarme sangre. cómo, todavía nadie lo había hecho. ya me veía ahí adentro hasta el día siguiente. y me extrajo un poco y me tapó con cinta adhesiva de la gruesa, de esa que está prohibida para el contacto con la epidermis hace por lo menos quince años. y a esta altura dejaron entrar a m, que me había contado que no estaba preocupada por mí -sí, pero lo normal-, que sólo había derramado una lágrima al constatar el material humano que me rodeaba y a los que se encargaban de mi cuidado. para hacerla corta, a eso de las 24, se me acerca la médica, que ya había hablado con ricardo, una suerte de dueño del lugar que sólo estaba preocupado para que sus dos minitas en las guardias no se pelearan, y me dice que me levante la remera y me tocó con manos heladas, porque no había calefacción (sino, no sería del todo una toldería) y me presiona acá y otro poco allá y que tu ecografía no mostró piedritas y tu orina tampoco tenía desechos y la sangre estaba ok, por lo que te vas a ir. qué tengo, atiné a preguntar entonces. sólo cálculos abdominales. me dijo que no eran sólo gases, algo por lo que estaría avergonzado, supongo, pero que descartaba las piedritas en órganos. tomá mucha agua, un buscapinas cada ocho horas si te duele y si te sigue doliendo, volvé acá. de acá, le dije para sus adentros. quizás tome en serio el pedido de m y me deshaga de fibertel y con esa guita me busco una prepaga más normal. porque, la verdad, la experiencia resultó del todo esclarecedora: las obras sociales son una paronga. y todavía me duele un poco el costado pero ya no se lo voy a decir a nadie más.

domingo, octubre 23, 2005

 

instrucción cívica

el deber cívico clamó por su cumplimiento desde temprano. el tupper del décimo piso de la calle ugarte casi ameneció. con f gomvitando una leche en mal estado que su progenitor supo darle para calmarlo. con el chico recién bañado entonces, se dicidió cumplir con las obligaciones de forma rauda y matinal, cosa de llegar a victoria al mediodía para un asado prometido por mi padre en lo de mi hermano. paso 1, entonces, la votación de m. que, para variar, no tenía idea de dónde sufragaba su voto. supuso que era en la escuela pública de la calle cuba, a escasas tres cuadras del tupper. pero allí no era. por suerte. porque el lugar estaba hasta las tetas. yo tengo que votar, déjenme entrar, gritaba una mujer al policía que custodiaba la puerta y que no dejaba entrar a nadie. hubiera venido a las ocho, señora, le contestaba el tipo. los ánimos estaban caldeados y cuando m no encontró su nombre en las listas respiramos tranquilos. sorteando un terrible palo que a metros del lugar había ocurrido (un auto que venía por cuba golpeó a otro que venía por blanco encalada, haciendo que éste último quedara hecho mierda en la mitad de la calle y el primero saliendo despedido al kiosko de la esquina, golpeando gran parte de su frente). cuestión que nos fuimos entonces al colegio a la vuelta del hogar de soltera de m, el castro munita o algo por el estilo. y ahí sí estaba su nombre y se dirigió a la mesa 1333, que por suerte no había gente. encima, las tres mujeres que estaban adelante de ella la dejaron pasar por la panza que, a los cuatro y medio, casi cinco, ya está enorme. no es una novedad para una mujer que parió a un crío de 4800. votó (por macri, como era de esperar y porque no pude convencerla de que lo hiciera ni por lilita ni por moria, y eso de las siliconas para todas) y partimos para el norte. al nacional san isidro, donde yo votaba, como siempre. eso sí, antes de llegar, una parada táctica en coquito para un religioso pancho electoral. gratificado por semejante manjar, la familia se dirigió al nacional y pensé que íbamos a estar bastante tiempo, porque se veían colas por todos lados. otra vez el azar nos jugó a favor y la mesa 0009 (me vienen bajando la numeración por cada votación; al principio fue la 11 y luego la 10). un ex medioscrum del sic estaba como fiscal (su camisa cuadriculado, su suéter escote en v, pantalones pinzados, cinturón de cuero crudo y náuticos delataban su extraccion lópezmurphista). onda que esperamos un ratito y entré con f en brazos. la idea era sacar fotos de f eligiendo boleta y luego ingresando el sobre en la urna, pero me torró el tema a la hora de ponerlo en práctica así que sólo delegué en él la tarea de elegir candidato. el tipo recorrió las mesas con las boletas dispuestas y sopesó los pros y contras de cada lista. yo le iba diciendo cada cabeza de lista y él ponía caras. hasta que uno de esos nombres le gustó y dijo ete, papá. y papá agarró la boleta entera, sin cortar nada, y la guardó en el sobre. salió y votó. supongo que el chico eligió bien porque lo que estaba en juego era su futuro. entonces, ¿qué mejor que él el encargado de decidirlo? obviamente, como su voto es secreto, no lo voy a develar aquí. sólo digo que no fue brandoni.

jueves, octubre 20, 2005

 

yo fui testigo

está en el fondo del colectivo. sentado en esa fila que, en esta época del año, siempre se recalienta gracias al motor que ruge debajo. está cansado. acaba de pasar nueve horas en la oficina y su cara denota el hartazgo del sujuzgamiento de su superior. de a poco se va acomodando en el asiento y comienza a recobrar sus gestos naturales. la mirada sumisa se torna expectante, los ojos se despiertan y empieza a otear a la masa aglutinada de pie delante de él, bamboleándose con los zarandeos que provoca el chofer. baja un minuto la vista y, al volver a su puesto de vigía, se topa con los ojos de una mujer de treintitantos largos. no es lo que se dice bonita, pero sí una bomba. fuerte de piernas, el culo y las tetas sin embargo, se descubren como sólidas protuberancias redondeadas, armonizando así con un rostro que supo ser hermoso y que ahora se conserva con sensatez. ella lo mira. y él, por un momento, duda. no, te quiero ver a la cara, piensa. y le sostiene la mirada. ella se da vuelta. él se ríe a los bond, james bond. y ya no presta atención al diario que tiene en las manos. ahora sólo juega con él. las paradas pasan. él sigue sentado, observándola. ella sigue parada, de tanto en tanto tratando de entender de qué va este muchacho. él piensa a esta altura que la mina quiere algo con él. sino, no se entiende su actitud. y su estrategia para desenmascararla se endurece. ahora se pasa mirándola mucho más de los diez segundos razonables en estas circunstancias. de a poco se va imaginando las formas para abordarla, quién hablaría primero. está claro que la mina quiere guerra. ella va a dar el puntapié inicial. el tipo sigue maquinando cosas. y piensa excusas para su mujer. llegué tarde porque en el laburo me pidieron que completara unos formularios x-34m hasta tarde; decí que a las diez me planté y mandé a cagar al tipo, que sino, todavía estoy ahí quemándome las pestañas. sí, ya le había hablado una vez de los engorrosos formularios x-34m y seguro que se lo va a comer. completado en la cabeza el plan de evasión marital, sólo resta imaginar las cosas que hará con un cuerpo así. si no es en su casa, será en un telo. ¿cuándo me va a hablar? y de pronto el tipo de al lado se levanta. la espalda le transpira, más por el calor del motor que por los nervios; si tiene la situación controlada. ella, mirándolo apenas, se sienta a su lado. y desde entonces gira su cabeza hacia la ventana. sí, te agarro de atrás, envuelvo esas mechas en mi puño y te doy, te doy, te doy. ella ya no mira. sus excusas para verla son evidentes y ella se siente un poco incómoda con su respiración libidinosa en su nuca. el momento de la conversación nunca aparece. ella no rompe el hielo. él no se atreve a encararla. llega la parada, su parada, y él se para. lo hace de forma lenta, como queriendo que su altura signifique en ella una pija desproporcionada bajo los pantalones, último recurso que él encuentra para atraer a ese animal a una cama, sillón, cocina o lo que sea que está a mano para cogerla. pero nada. llega a la puerta del medio del bondi. mira al fondo. ve que ella lo está mirando. sus ojos se encuentran brevemente. y él cree notar una sonrisa en sus labios. la tengo muerta, se consuela, pero es tímida. o una reprimida. se baja. ahora sí, me voy a dar cuenta si de verdad me tenía ganas, piensa. y busca a través de las ventanas la cara de la mujer. ella ya está con la vista clavada en otro lado. no, no lo mira.

miércoles, octubre 19, 2005

 

uncrate

if i were a rich man... me pasaría comprando las cosas que aparecen en este sitio.

martes, octubre 18, 2005

 

i want my stereo


la paz del tupper del décimo piso de la calle ugarte se rompió cuando un caco no tuvo mejor idea que sustraer el equipo de música del auto de mi suegro, estacionado a metros de la entrada a mi edificio. esto fue el domingo a la noche o lunes a la madrugada. y la verdad es que me emputeció el día. para no. decí que el hombre -mi suegro- está ausente del país y que, por lo tanto, de contar el efectivo necesario, podré reponerlo sin que medien mayores inconvenientes (a todo esto, mi querida tabacalera, va siendo hora de que me permitas pasar por ventanilla). sólo deberé encontrar un stereo similar y el azar hará el resto. cuestión que el delito provocó en mí toda clase de pensamientos. no, el de hay que matar a todos los chorros no. tampoco voy a andar justificando a un amigo de lo ajeno porque todos sabemos que el aparato termina en la calle libertad y que el poco efectivo conseguido sólo bastará, en el mejor de los casos, para unas cervezas. espero que al menos brinden con una heineken por mí. pero bueno, el barrio ya no es el mismo a partir del domingo a la noche. no sé. no miro con desconfianza a los transeúntes nocturnos. que los hay y muchos. pero qué sé yo. me da un poco por las pelotas. porque encima el aparato ese no valía un carajo fuera del auto. si por lo menos se hubieran llevado el paquete entero, podría entenderlo. creí que ya nadie afanaba stereos así, que sólo se concentraban en sofisticados equipos de autos tuneados o cosas por el estilo. me equivoqué. pero bueno, lo peor fue tener que comunicarle la buena nueva a m. por eso de que es el auto del padre y esas cosas. ella no lo podía creer, aunque vio en un hecho anterior una concatenación de circunstancias que, al menos, debería habernos llamado la atención. el día anterior sacaron la calcomanía de atrás, me dijo. seguro que tenían el auto fichado. y bue, debe haber sido así. y ni ella ni yo nos dimos cuenta. primero vinieron por la calco, pero como yo no era calco (y encima era fea) no me importó... luego, vinieron por el stereo. pero como yo no soy... mentira, en este caso sí me importó. y por eso ahora el auto entero duerme en el seguro garaje de juramento. lo extraño (al auto). y al stereo también, porqué no. lo que sí, en un arranque de neo con, se me dio por votar el domingo a quien pensara penar más fuertemente a los ladrones de pasacassettes... je. mentira. encima voto en provincia, por lo que ni siquiera puedo reprocharle electoralmente a nadie mi situación. ¿a quién votaré el domingo? qué pregunta. hoy en el diario vimos un rato a la insufrible de mirtha legrand, que almorzaba con el colorado de narváez, la marta maffei, el imbécil de brandoni (nunca lo soporté, con su voz de... sí, en contra de la correción política... retardado) y otro zapato más que se llama recalde. todos nombres para la provincia. el colorado es simpático y encima tomó clases de paciencia y no contesta con improperios cuando lo chicanean. pero sigue siendo de narváez, el niño rico que juega a la política. y encima sostiene al aparato duhalde. qué te voy a decir. votarlo entra en mis últimas opciones. sólo podría hacerlo si me dan a elegir entre él y brandoni. y ahí no hay vuelta que darle. sobre ese recalde... tiene pinta de muñeco de torta, sólo vestido para la foto, para ver si sale en alguna al lado de cfk, verdadera dr jeckyll y mr hyde vernácula. y sobre maffei... ni siquiera me enternece su cara de maestra de grado mal servida por décadas... (aclaro que sólo me remito a los comensales de hoy.) pero bueno, no será la primera vez que me acerque a la mesa 10 u 11 del nacional san isidro sin tener en claro a quién confiarle mi voto. por otra parte, sé que por alguno deberé sufragar, ya que considero obsoleto impugnar el voto (cómo les debe haber gustado a los fiscales la vez que dejé, durante mis primeros escarceos electorales, una linda foto de una mina en bolas). votar por esos partidos que de tan a la izquierda que figuran sólo sirven para alimentar al imprentero que hace las boletas porque nadie las usa, tampoco es opción. a lópez murphy, menos. pattis y cosas por el estilo tampoco entran en mi espectro. espero encontrarme al menos con un nombre simpático que tuerza la balanza. porque las personas que seguramente ganen ya ganaron de antemano y no necesitan mi voto. mi conciencia quedará tranquila y podré decir yo no lo voté. como muchos dijeron en su momento aunque sabían que era mentira. porque todo el mundo sabe que alguien lo había votado. pero no se querían hacer cargo de las consecuencias. sí, en el 95 lo voté. hasta por un tiempo me hice llamar peronista. ja. ya en el 1999, no voté a de la rúa, lo único que voy a decir al respecto. posta. no lo voté y todos esos que lo votaron luego entraron en el juego del cabezón para voltearlo. un golpe de estado. la historia, si felipe pigna lo permite y la nata le da el visto bueno, contará las cosas tal y como pasaron alguna vez. lo único de lo que me arrepiento de ese diciembre de 2001 son en verdad de dos cosas: de haber vendido el auto (aunque no sabía que el cabezón iba a devaluar por lo que me iba a ser más fácil conservarlo en módicas cuotas) y de no haber saqueado el garbarino de callao y corrientes. cuando veía a la gente saliendo con los televisores, los mini componentes y cantidades enormes de cds, quise ser uno de ellos. lo que ahora me lleva a pensar que el chorro que me afanó el stereo sí estuvo en garbarino y habrá pensado como natural que, si había un auto con stereo en la calle, era normal que pudiera llevárselo. es más, hasta lo veo lógico. igual, flaco, sos un hijo de puta. me metiste en un kilombo y me cago en vos. te podés ir a la mierda un rato. y encima el domingo tengo que votar...

lunes, octubre 17, 2005

 

deportes (en los) extremos

resultados negativos se vivieron en esta doble jornada deportiva... algo terrible para mi ego. máxime cuando soy arquero. el sábado, la familia a pleno se trasladó hasta benavidez, sede del primero de tres partidos de fútbol. sol en su punto máximo, temperatura ideal y muchas ganas hicieron prever un match óptimo (en cancha de 11). el primer tiempo estuvo bueno, con decisivas y espectaculares atajadas de mi parte. el segundo, ya no fue lo mismo. no tanto por mi rendimiento, que se mantuvo bueno (no se puede decir perfecto porque me clavaron dos goles) pero me fui un poquito conforme. vuelta, entonces, al tupper y luego, varias horas más tarde, salida al bajo de empedrado para el segundo match, esta vez en cancha de 7. el rejunte del equipo fue una anticipación del resultado. se jugo feo contra niños de 20 años que jugaban incluso peor que nosotros. pero hicieron primero su gol. ya en el complemento, lesión de un defensor nuestro. che, se necesita un gesto, me dijeron. para qué... yo creía que aún tenía resto para jugar en campo, corriendo y sacando pelotas como defensor. no. no y no. el cigarrillo, la falta de este tipo de juego y demás factores me tiraron al piso, siendo mi actuación francamente lamentable. para no acordarse más de eso. una real cagada. mal mal mal. y eso me afectó. duele sentirse totalmente inútil como me sentí ayer. encima en un momento, marcando al más habilidoso, traté de pegarle una patada fuerte; quería tumbarlo y quizás lastimarlo (sí, tan mal estaba yo). y nada, el pibe ni se movía y hoy a mí me duelen las canillas. con el rabo entre las patas, regresé al tupper del décimo piso de la calle ugarte para no emerger hasta hoy a la mañana, cuando me volví a calzar los cortos para un partido temprano, de nuevo en cancha de 7 y en mi ex barrio. flojo todo. era como si nadie -ni nosotros ni ellos- tenía ganas de jugar. y lo hicimos medio de compromiso. ah, nada mejor que escuchar el pitazo final y saber, que al menos, no perdimos. pedorro 1-1 (el gol de ellos no fue culpa mía) y con la familia en el auto, rauda partida a pilar. mediodía de patys, sí patys, y un leve peloteo de tenis con cuñados. nada mal. me considero un esteta del juego, de esos que prefieren hacer el movimiento como me enseñó la profesora de tenis cuando era chico que de meterla bien (sigo hablando de tenis; mi despertar sexual fue mucho más tarde). me lo tomé como un entrenamiento para el partido que, espero, pueda jugar el jueves. voy a ver si, al menos en el tenis, puedo comportarme descentemente. eso sí, no pidan que mejore el saque. sí, tengo el movimiento completo. a veces, incluso, saco a lo mcenroe, aunque soy diestro. pero de meterla en el cuadradito de enfrente, nada. y, luego del deporte blanco, lo mejor del fin de semana: una siesta reparadora desde las 15.25 aprox, hasta las 18.45 también aprox. ah, me la merecía. porque, para ser sinceros, mi findesemana empezó bien temprano el sábado. me quedé a dormir en lo de mis suegros porque se iban de viaje y m y yo los íbamos a llevar a ezeiza. hacia allí partimos a eso de las 4am, medio dormidos. depositamos a estos dos en vuelo a costa rica y volvimos a su casa, ya que allí pernoctaba el niño f. cuestión que, al llegar, f se despertó. y como no tenía ganas de aguantar hasta que se durmiera, me lo traje a mi cama. mala elección. porque el pibe no paró de moverse. estuvo así por casi dos horas. una hora más tarde, cuando ya había conciliado el sueño, f, m y yo otra vez arriba, a las 9.45, para ese partido que tan bien atajé y perdí. y ahora no doy más. (disgresión: anoche me enteré que no era el único en el tupper. porque a eso de las 21.30, cuando vino el delivery de pollo track -gran papas rejillas, flojo pollo- había congestión de motoqueros en la puerta del departamento. había como cuatro motitos todos de lugares distintos para diferentes moradores. me llamó la atención.)

viernes, octubre 14, 2005

 

writing interruptus

jajajaja, nubes... parece que no tienen razón de ser. así que, por favor, cuanto antes se vayan, mejor. porque no quiero saber nada de ustedes este fin de semana. que se presenta más que óptimo para la práctica del deporte: perspectiva de tres partidos de fútbol abrirían el apetito aeróbico de cualquiera. y el estancamiento en el tupper del décimo piso de la calle ugarte ya estaba comenzado a atrofiar mis extremidades. supongo que la gran novela argentina tendrá que esperar otro día para ser comenzada. si es que algún día me pongo a escribir algo que valga la pena. al menos para mí. ya que como todo periodista supongo que tengo veleidades de escritor. lástima que sólo baste leer un par de líneas mías para desear no haberlo hecho. ni siquiera tengo estilo para pulir. mis ocho años en los medios escritos han ayudado a aniquilar cualquier vestigio de originalidad en mi pluma. y, para aumentar la poca vida que tendrían más de tres páginas compiladas por mí, también habría que anoticiarse sobre la falta de ideas. así que, a otra cosa mariposa. tendría que haber estudiado derecho. ya lo dije, creo. hoy sería abogado. (siempre y cuando me hubiese recibido.) y trabajaría a favor de los pobres y desposeídos (ja de vuelta). o juntando carretillas de guita en un estudio prestigioso. y usaría trajes (tendría más de uno, el cual sigue honorablemente en pie desde hace más de diez años, habiéndose bancado incluso mi etapa de extrema gordura). también tendría el pelo corto. me lo cortaría una vez por mes. y me afeitaría todos los días (jaja de nuevo). y saldría todas las mañanas derecho al estudio después de tomar el desayuno con la patrona (como diría un boga). que me miraría orgullosa, por lo bien que plancharía las camisas (perdón, acá entraría un ja terrible)... ups, me llaman del cuarto... y acá me fui a la mierda, porque vengo de coger lindo y ya no me quedan más ganas de nada... digamos, entonces, para darle un cierre, que ya ni tengo ganas de pensar en un cierre... que mi mujer no se convirtió en pizza y tengo que volver al lecho nupcial cuanto antes. ¿por la segunda vuelta? in your fucking dreams... tengo sueño, che.

jueves, octubre 13, 2005

 

desafío

sé que estás ahí, da la cara de una vez.

 

soliloquios

hoy estuve manejando bastante. manejar es algo que me gusta. tuve que ir a la policía de vicente lópez a inventar que me habían chocado. para hacerle la gamba a una persona conocida sin registro. ah, las cosas que se hacen por la famiglia... algún día me las cobraré con creces. (¿o no será que mis acreedores me están cobrando a mí?) whatever (que en inglés y en castellano comparte la misma economía de palabras), para seguir con la onda de mi amigo hernanii. la cuestión es que el viaje en auto fue como un bálsamo: a la mañana, después de la declaración falsa (y me la banco), salí para el laburo pero, como aún faltaba una hora, di un rodeo. un rodeo en mi jerga es sinónimo de meterse en barrios poco transitados por mí. es decir, cruzar la general paz por el puente de la cancha de platense, doblar varias veces, llegar a parque saavedra -linda plaza, redondita-, paroissien o algo así, balbín, deambular por belgrano r y adyacencias... qué sé yo. luego, enfilar por los incas para el oeste, pasar por el club arquitectura, luego agronomía... mientras tanto, la calle te devuelve una imagen que sólo imaginás en provincias: calma de mañana de sol apacible y con calorcito, lejos de las urgencias del centro. con las viejas caminando despacio, tipos sentados con todo el tiempo del mundo en los bares y cosas por el estilo. retorno al volante y doblo en nazca. conozco esta ruta por vidas pasadas antes de ingresar a tiempo completo al tupper del décimo piso de la calle ugarte (y acá la paro porque todos sabemos por qué). al rato, me hallo bajando por directorio y su magnífica onda verde. san juan y el bajo. a la derecha en azopardo y no hay lugar para estacionar frente al diario, algo muy raro. y no quiero pagar parquímetro. como si alguien me la hubiera enviado, una grúa con cana pone multas incluido se paran frente a la puerta y desalojan una gran camioneta blazer. o sea: me liberaron el espacio, como si supieran que yo llegaba. en fin, una de las tantas divagaciones que se pueden sostener en un auto cuando no tiene equipo de música, sí se cuenta con suficientes cigarrillos y toda la paciencia del mundo. momento ideal para soliloquios interiores tan profundos que luego ya ni recuerdo de qué iban. pero como que siento que la cosa estuvo buena y se trasladan al semblante, amable por lo que resta de la jornada (incluido el 0-1 de argentina-uruguay).

martes, octubre 11, 2005

 

catching up

pasó el huracán. en este caso uno más benigno. pero que revolucionó al tupper del décimo piso de la calle ugarte. familia -política en mi caso- de costa rica que vino a biei a dar una vuelta y preparar su retorno. (¿habría que llamar a clarín para avisar a ver si hacen una nota sobre los argentinos que regresan gracias al milagro k?) onda, entonces, que por una semana perdí a m. que estaba atareada yendo y viniendo con su hermana. y f a mi cargo. que estuvo bueno. por eso de los lazos padre-hijo que se forman a tan temprana edad y que marcan vidas. ja. creo que b nunca se acercó demasiado y así estamos. lo más saliente de esta casi semana de ausencia bloggeril fue un diálogo escuchado en el colectivo en el que un yuppie (onda que tenía todos los clichés encima: pelo para atrás, saco oscuro con rayas blancas, corbata con nudo gordo, colgado del celular y voz de pelotudo -sobre todo cuando llamó por segunda vez a su madre-) aseguraba que un comedero nuevo de sushi de paraguay y no me acuerdo cuál (¿era arévalo?) había sushi del bueno ("es nuevo, y por eso tiene merca de primera", justificaba con su lógica de novedad). y nada, que al tipo, encima, cuando me voy a bajar del 130 en monroe, lo veo haciendo jueguito con el celular. sí, jueguito, lo revoleaba en el aire, abierto, para el efecto luces azules del teclado en la oscuridad del último asiento. y me bajé del bondi sonriendo. no de suficiencia. más bien de incredulidad. y admiración también. porqué no. admiro a la gente que tiene su vida resuelta de esa manera. celina salía el jueves con amigas, ergo, él tenía que salir también. a emborracharse. "quizás después vamos a rumi", le avisaba a un amigo. "y mañana me das el cheque, antes de irme a punta del este", seguía. un capo. y el fin de semana, yo, acá en buenos aires. sábado con mi hijo. domingo de almuerzo familiar (político) y vuelta a casa para el partido de argentina. que me pareció muy aburrido. hasta que messi la paró de pecho (la durmió completamente) y en la repetición se ve cómo el pibe, sabiendo que tenía completamente dominada a la pelota, mientras ésta bajaba muerta y se quedaba atada a su botín, él ni la miraba, tenía la vista pensando una jugada... me quedé pasmado. y con f gritamos uh. porque f aprendió a hacer uh, además del ¡vamos! que le había enseñado en otro momento (aunque dedicado al tenis, hay que decirlo) y el ¡gol!, cuando eventualmente aparece. y hoy ya no fui a trabajar, aunque esta vez, con aviso previo. y ahí sí, con hermana en vuelo a su hogar, el tupper vivió un hermoso family day. que yo te cocino al mediodía, y si querés te hago una torta (que me salió muy rica) y vos lo hacés a la noche. y entre todo esto leés algunos diarios. y lees la columna firmada por hernanii en perfil y te alegrás mucho por él y le asegurás por este medio que en breve, cuando me devuelvan mi máquina de fotos, le manda el click en cuestión. ahh... la vida. un rato te pasa por encima, te aplasta en serio y de pronto sale el sol y ya no pensás más en nada y te dedicás a pasarla bien, por un día no hay nada que te aleje de tu objetivo y te das cuenta de que cuando f mira la panza de m y dice "hermanito" tenés cara de publicidad de escarpines y corrés al espejo para verte y dejarte grabado en tu memoria que sí, que hay días así, que ocurren y que todo lo demás te importa un carajo. al menos por un rato. faltaría un gracias a dios pero eso no lo vas a encontrar en esta página.

jueves, octubre 06, 2005

 

ay, cristina

recorriendo una lista de los blogs más visitados, llegué a este. corto, conciso y divertido. (aclaración: el contenido del siguiente blog no se significa la aceptación total o parcial de las ideas vertidas en él; cualquier fernández con ánimo de molestar, dirigirse a sus hacedores.) ah, y por favor, no me vengan a decir que ya lo conocían.

 

diálogos

en una parada de colectivo: -che (un viejo, a mí): ¿vos no trabajás en un centro cultural de la boca? -no, respondo. -pero te parecés mucho, el pelo, la ropa que usás. -je, pero no. -mirá que el pibe labura en un centro cultural, ¿vos no vas para la boca? -no.
en el subte (de empleada de farmacia a otra): -y el tipo me preguntó en inglés, ¿how much? -¿y vos que hiciste? -zafé, y le dije tanto. -le hubieras dicho cien dólares.
en otra parada de colectivo, ayer: -abuelo, acá es la parada. y mire, el otto krause. -yo estudié acá. -¿en serio? -sí, y fui abanderado. -me lo imagino, con esos ojos celestes. -¿y tu hermano? -ja, él también es abanderado. -mirá vos. -no, mentira, a él le gusta más el fútbol y ya no estudia. -¿está en algún equipo? -no, el otro día lo sacaron de la reserva. es un vago.

lunes, octubre 03, 2005

 

yo me pregunto...

¿cuánta gente habrá pasado por acá?

 

no será la zurda inmortal...


... pero ya me estoy haciendo a la idea de que el pibe use la otra pierna. cuesta. igual, ya tiene pinta de crack. y el barcelona mandó un tipo para ficharlo.

sábado, octubre 01, 2005

 

in utero

jugar al fútbol no es sólo jugar al fútbol. es un viaje al pasado. y más si se hace en el 168. te lo tomás temprano, a eso de las diez. y el colectivo va. recorre cabildo, mi nuevo barrio, mi nueva vida. y cruzás la general paz y ya estás en un ambiente que conocés. está bien, vicente lópez nunca fue tu cuna pero cuando toma por libertador vas reconociendo la avenida, ésa que tantas veces subiste y bajaste en auto en los largos trajines de ida al centro al boliche y a boludear y luego bajaste. unas veces más sobrias que otras. siempre de acompañante. porque nunca tuviste volante. hasta que fue tarde. y devolviste el auto. y algunas cosas cambiaron. hay más concesionarias y muchas casas viejas hoy son oficinas nuevas. y cuando pasás el límite de paraná ya te agarra la nostalgia. será por el sol mañanero de este mes. será por lo que sea. y vas leyendo el diario pero en verdad mirás por la ventana. y reconocés cuadras y esquinas especiales. esa, por ejemplo, que tantas veces visité. esa otra, que mejor olvidar. y ahí sí que parábamos a comer con g. y en esa otra una vez estuve escondido. y si doblás ahí, cerca está la casa de los chamigos de la pileta. y más por allá tomabas helado. y el tanti que no es tanti pero que en idioma norteño sigue siendo tanti hasta el día en que se muera el último socio del náutico. y en la shell te comprabas medialunas de jamón y queso para después dormir en lo de un amigo. y el empedrado te recuerda el camino que el auto hacía cuando ibas al colegio. o cuando ibas en bicicleta porque vivías frente al casi. y el edificio donde laburaba tu madre. y el supermercado que no es más supermercado. y así hasta llegar a la catedral. a esta altura no pasaron sólo treinta y cinco minutos desde que saliste del tupper de la calle ugarte sino siglos desde que una época terminó. y en parte no reconocés nada. mirás para todos lados y todo te indica que sos extranjero. no tengo nada acá. sólo una abuela a la que veo menos y que vive a cuadras de ahí y que dentro de poco se morirá, como todos. y te sentís más extraño por esa cosa que tienen los suburbios que quien viaja en transporte público es de otro país. ero no importa. y no se me bajan las medias por decir hasta san isidro, chofer, y gracias cuando la máquina te da el boleto. y no me importa. y entonces, sí, tardeste más de una década en llegar. cambió un país y varias presidencias hasta pisar el campo de deportes del colegio. y ahora con toda esa carga te ponés los zapatos de fútbol, te calzás los guantes y salís a la cancha. ¿y el resultado? qué me importa. a esta altura el viaje valió la pensa. reencontrarse con esa parte de uno, parafraseando a mastercard, no tiene precio.

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