martes, octubre 18, 2005
i want my stereo
la paz del tupper del décimo piso de la calle ugarte se rompió cuando un caco no tuvo mejor idea que sustraer el equipo de música del auto de mi suegro, estacionado a metros de la entrada a mi edificio. esto fue el domingo a la noche o lunes a la madrugada. y la verdad es que me emputeció el día. para no. decí que el hombre -mi suegro- está ausente del país y que, por lo tanto, de contar el efectivo necesario, podré reponerlo sin que medien mayores inconvenientes (a todo esto, mi querida tabacalera, va siendo hora de que me permitas pasar por ventanilla). sólo deberé encontrar un stereo similar y el azar hará el resto. cuestión que el delito provocó en mí toda clase de pensamientos. no, el de hay que matar a todos los chorros no. tampoco voy a andar justificando a un amigo de lo ajeno porque todos sabemos que el aparato termina en la calle libertad y que el poco efectivo conseguido sólo bastará, en el mejor de los casos, para unas cervezas. espero que al menos brinden con una heineken por mí. pero bueno, el barrio ya no es el mismo a partir del domingo a la noche. no sé. no miro con desconfianza a los transeúntes nocturnos. que los hay y muchos. pero qué sé yo. me da un poco por las pelotas. porque encima el aparato ese no valía un carajo fuera del auto. si por lo menos se hubieran llevado el paquete entero, podría entenderlo. creí que ya nadie afanaba stereos así, que sólo se concentraban en sofisticados equipos de autos tuneados o cosas por el estilo. me equivoqué. pero bueno, lo peor fue tener que comunicarle la buena nueva a m. por eso de que es el auto del padre y esas cosas. ella no lo podía creer, aunque vio en un hecho anterior una concatenación de circunstancias que, al menos, debería habernos llamado la atención. el día anterior sacaron la calcomanía de atrás, me dijo. seguro que tenían el auto fichado. y bue, debe haber sido así. y ni ella ni yo nos dimos cuenta. primero vinieron por la calco, pero como yo no era calco (y encima era fea) no me importó... luego, vinieron por el stereo. pero como yo no soy... mentira, en este caso sí me importó. y por eso ahora el auto entero duerme en el seguro garaje de juramento. lo extraño (al auto). y al stereo también, porqué no. lo que sí, en un arranque de neo con, se me dio por votar el domingo a quien pensara penar más fuertemente a los ladrones de pasacassettes... je. mentira. encima voto en provincia, por lo que ni siquiera puedo reprocharle electoralmente a nadie mi situación. ¿a quién votaré el domingo? qué pregunta. hoy en el diario vimos un rato a la insufrible de mirtha legrand, que almorzaba con el colorado de narváez, la marta maffei, el imbécil de brandoni (nunca lo soporté, con su voz de... sí, en contra de la correción política... retardado) y otro zapato más que se llama recalde. todos nombres para la provincia. el colorado es simpático y encima tomó clases de paciencia y no contesta con improperios cuando lo chicanean. pero sigue siendo de narváez, el niño rico que juega a la política. y encima sostiene al aparato duhalde. qué te voy a decir. votarlo entra en mis últimas opciones. sólo podría hacerlo si me dan a elegir entre él y brandoni. y ahí no hay vuelta que darle. sobre ese recalde... tiene pinta de muñeco de torta, sólo vestido para la foto, para ver si sale en alguna al lado de cfk, verdadera dr jeckyll y mr hyde vernácula. y sobre maffei... ni siquiera me enternece su cara de maestra de grado mal servida por décadas... (aclaro que sólo me remito a los comensales de hoy.) pero bueno, no será la primera vez que me acerque a la mesa 10 u 11 del nacional san isidro sin tener en claro a quién confiarle mi voto. por otra parte, sé que por alguno deberé sufragar, ya que considero obsoleto impugnar el voto (cómo les debe haber gustado a los fiscales la vez que dejé, durante mis primeros escarceos electorales, una linda foto de una mina en bolas). votar por esos partidos que de tan a la izquierda que figuran sólo sirven para alimentar al imprentero que hace las boletas porque nadie las usa, tampoco es opción. a lópez murphy, menos. pattis y cosas por el estilo tampoco entran en mi espectro. espero encontrarme al menos con un nombre simpático que tuerza la balanza. porque las personas que seguramente ganen ya ganaron de antemano y no necesitan mi voto. mi conciencia quedará tranquila y podré decir yo no lo voté. como muchos dijeron en su momento aunque sabían que era mentira. porque todo el mundo sabe que alguien lo había votado. pero no se querían hacer cargo de las consecuencias. sí, en el 95 lo voté. hasta por un tiempo me hice llamar peronista. ja. ya en el 1999, no voté a de la rúa, lo único que voy a decir al respecto. posta. no lo voté y todos esos que lo votaron luego entraron en el juego del cabezón para voltearlo. un golpe de estado. la historia, si felipe pigna lo permite y la nata le da el visto bueno, contará las cosas tal y como pasaron alguna vez. lo único de lo que me arrepiento de ese diciembre de 2001 son en verdad de dos cosas: de haber vendido el auto (aunque no sabía que el cabezón iba a devaluar por lo que me iba a ser más fácil conservarlo en módicas cuotas) y de no haber saqueado el garbarino de callao y corrientes. cuando veía a la gente saliendo con los televisores, los mini componentes y cantidades enormes de cds, quise ser uno de ellos. lo que ahora me lleva a pensar que el chorro que me afanó el stereo sí estuvo en garbarino y habrá pensado como natural que, si había un auto con stereo en la calle, era normal que pudiera llevárselo. es más, hasta lo veo lógico. igual, flaco, sos un hijo de puta. me metiste en un kilombo y me cago en vos. te podés ir a la mierda un rato. y encima el domingo tengo que votar...