domingo, octubre 23, 2005

 

instrucción cívica

el deber cívico clamó por su cumplimiento desde temprano. el tupper del décimo piso de la calle ugarte casi ameneció. con f gomvitando una leche en mal estado que su progenitor supo darle para calmarlo. con el chico recién bañado entonces, se dicidió cumplir con las obligaciones de forma rauda y matinal, cosa de llegar a victoria al mediodía para un asado prometido por mi padre en lo de mi hermano. paso 1, entonces, la votación de m. que, para variar, no tenía idea de dónde sufragaba su voto. supuso que era en la escuela pública de la calle cuba, a escasas tres cuadras del tupper. pero allí no era. por suerte. porque el lugar estaba hasta las tetas. yo tengo que votar, déjenme entrar, gritaba una mujer al policía que custodiaba la puerta y que no dejaba entrar a nadie. hubiera venido a las ocho, señora, le contestaba el tipo. los ánimos estaban caldeados y cuando m no encontró su nombre en las listas respiramos tranquilos. sorteando un terrible palo que a metros del lugar había ocurrido (un auto que venía por cuba golpeó a otro que venía por blanco encalada, haciendo que éste último quedara hecho mierda en la mitad de la calle y el primero saliendo despedido al kiosko de la esquina, golpeando gran parte de su frente). cuestión que nos fuimos entonces al colegio a la vuelta del hogar de soltera de m, el castro munita o algo por el estilo. y ahí sí estaba su nombre y se dirigió a la mesa 1333, que por suerte no había gente. encima, las tres mujeres que estaban adelante de ella la dejaron pasar por la panza que, a los cuatro y medio, casi cinco, ya está enorme. no es una novedad para una mujer que parió a un crío de 4800. votó (por macri, como era de esperar y porque no pude convencerla de que lo hiciera ni por lilita ni por moria, y eso de las siliconas para todas) y partimos para el norte. al nacional san isidro, donde yo votaba, como siempre. eso sí, antes de llegar, una parada táctica en coquito para un religioso pancho electoral. gratificado por semejante manjar, la familia se dirigió al nacional y pensé que íbamos a estar bastante tiempo, porque se veían colas por todos lados. otra vez el azar nos jugó a favor y la mesa 0009 (me vienen bajando la numeración por cada votación; al principio fue la 11 y luego la 10). un ex medioscrum del sic estaba como fiscal (su camisa cuadriculado, su suéter escote en v, pantalones pinzados, cinturón de cuero crudo y náuticos delataban su extraccion lópezmurphista). onda que esperamos un ratito y entré con f en brazos. la idea era sacar fotos de f eligiendo boleta y luego ingresando el sobre en la urna, pero me torró el tema a la hora de ponerlo en práctica así que sólo delegué en él la tarea de elegir candidato. el tipo recorrió las mesas con las boletas dispuestas y sopesó los pros y contras de cada lista. yo le iba diciendo cada cabeza de lista y él ponía caras. hasta que uno de esos nombres le gustó y dijo ete, papá. y papá agarró la boleta entera, sin cortar nada, y la guardó en el sobre. salió y votó. supongo que el chico eligió bien porque lo que estaba en juego era su futuro. entonces, ¿qué mejor que él el encargado de decidirlo? obviamente, como su voto es secreto, no lo voy a develar aquí. sólo digo que no fue brandoni.

Comments:
Supongo que esperarás ansioso que haya elecciones... por los panchos de Coquito digo. (a mi entender mucho mejores que los del sobrevalorado Blancanieves).
Un saludo grande
 
blancanieves no existe. eso antes era una heledaría.
 
blancanieves re existe men. re existe. plis.
 
Yo voy con el de San Isidro.
Saludos
 
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