lunes, octubre 31, 2005
halloween
¿por dónde empezar? escribo esto a minutos de que termine el día de mi cumpleaños. son 32 los octubres que he pasado sobre esta tierra y aún estoy entrando en calor. sinceramente hoy fue un día perfecto, con desayuno en la cama, canto de feliz cumple a cargo de m y sobre todo f, que practicó y hasta la apagada de una vela compartida. luego, a disfrutar el primero de mis quince días de vacaciones que tengo por delante. y a recuperarme un poco del findex campestre. que resultó mucho más agradable de lo que uno podía prever y hasta compensó mi ausencia en el bue mix edition que tantas ganas tenía de ir. no me quejo. al contrario. como que la paz de la pampa, che, caló en la pareja del tupper del décimo piso de la calle ugarte y la armonía reinó en todo momento, pese a algunas desprolijidades humanas ajenas al núcleo duro de la familia. tampoco me quejo. fue la nota de color del fin de semana. de esos que se disfrutan y que entran en el top 10 familiar, con fotos incluidas. porque el japonesito que hay en mí se adueñó de mi cuerpo y disparó ciberfotos a distra y siniestra, obviamente con un eje casi exclusivo como modelo, f. y el findex también me puso más reflexivo en cierta forma, tanto como para bancarse las güevadas de alrededor. y si antes podía contestar de mala manera o pelearme directamente, llegué a un estado de pax interior bastante satisfactorio. o sea, estoy hecho una lechuga lavada y hervida. y nada, que me predispuso para pasar un cumpleaños tranquilo. querés hacer algo, me preguntó m. no, quiero hacer lo que tenga ganas. y si no viene nadie de mi familia a celebrarme, mejor. no porque los quiera tener lejos, sino porque tenía ganas de hacer lo que pintara. y aquí estoy, a las 23.25 escribiendo esto. en cierta forma contento o satisfecho por mí. y qué me importa si se quema unicenter, si gana river o si pierde el sic. por 24 horas todo lo que tenía ganas de que realmente estuviera bien, lo estuvo. y como dice la tarjeta de crédito, que no tengo, no tiene precio. y en cierta medida me releo y me veo destilando almíbar. será sólo por hoy. o quizás sigue. mañana veremos. ahora estamos así, contentos por haber conocido, por ejemplo, un lugar nuevo. haber agarrado el auto y paseado por la pampa húmeda con nafta en el tanque y buena compañía. charla, al final, interesante y localidades que van pasando por la ventana. cañuelas, lobos, roque pérez, saladillo, general alvear. tanta era la apertura que el sábado agarré el auto y me fui para el pueblo. la excusa, comprar cigarrillos, aunque con intención de volver. un pueblo pueblo, por supuesto con iglesia-plaza-municipalidad. aunque la calma chicha de sábado a la tarde no era tal. la juventud peronista local había colocado unos brutos parlantes en la plaza que escupían música latina saturada. a los gritos, me hice entender por el encargado de la estación de servicio: qué pasa, fue la pregunta; están organizando un concurso para esta noche, como un silosabecante, me dijo entre sonrisas socarronas imaginando a los mismos de siempre reunidos en torno a un precario escenario haciendo las mismas payasadas de siempre con cerveza en la mano. y todo me resultó pintoreuscou y me volví pa´ las casas contento. como si todo en estos dos días fuera para alegrarme la existencia. y así estoy, repito, contando de apuradas sensaciones que por ahora no pude procesar del todo y que sólo llevan a este estado de alegría conciente. ce la vie o algo por el estilo. happy halloween, by the way.