ya está, puedo borrar un deseo de la lista. esa lista que uno arma cada año y que contiene anhelos que rara vez puedan cumplirse. por ejemplo, ver a pearl jam en vivo. bueno, acabo de volver de ferro, donde pearl jam me dejó boquiabierto. fue genial. fui solo. no importó. será una de esas noches que voy a guardar en mi memoria. estaba ahí parado, en el campo, y entonces sonó breakerfall y un impulso mezcla de adolescencia tardía y verdadera emoción me empujó hacia adelante. sí, yo que aborrezco de los recitales masivos (he ido a varios pero era una constante que, en cada nuevo que iba, me alejaba del escenario para verlos a la distancia). pero esta vez me hizo acordar a esa noche en 1990 y tantos que tuve a michael hutchance acá, en frente a mi cara. o sea, un recital que no voy a olvidar. la cancha estaba llena. repleta. mucho veintitantos largos y treinta y tantos cortos. todos los que crecieron musical y cronológicamente con la banda y que soñaron, desde siempre, con verlos en vivo. mucha pareja también. de las lindas y de las feas. de las conchetas y no tanto. minas solas, varias. de las de los chicos de gimanasio deseos por sacarse las remeras y sus novias rubias de peluquería y celular en mano. cámaras de fotos digitales, a roletes. había un par de flequillos. pero no era la norma. y todos coreaban en inglés. buena onda en general, ayudada por fasitos acá y allá. decía, entonces, que un recital del carajo. fuerte. potente. con todas las canciones que uno podría desear escuchar. y más. se me puso la piel de gallina al principio. y me acordé de una boludecés que experimenté cuando fui a ver a los guns cuando vinieron por segunda vez (también un buen recital): resulta que había una minita, una pendeja, que lloraba. sólo decía, esto es hermoso, esto es hermoso. me cagué de risa entonces, no lo entendía. pero si bien no lloré, y no creo en la palabra hermoso para describir un recital, sí admito que la emoción recorrió mi cuerpo. esa que, repito, me impulsó para adelante, a los cuerpos transpirados. y salté y canté. al menos por un rato. estoy viejo para estos trotes. y me volví para atrás. y cuando terminó, borré un deseo de mi wishlist. si éste se cumplió, quién me dice que el que involucra a catherine zeta jones no se puede cumplir...
finalmente dio la cara. la persona que habita en la panza de m se dignó a abrirse de gambas y resultó mujer. rosario. r a partir de ahora. supongo que, como bien citó un amigo, ayudará a afianzar la onda clasemediera del tupper del décimo piso de la calle ugarte y alrededores. papá, mamá, hijo, hija. por suerte, también, al ser mujer no tuvimos que discutir por el nombre y quedó así nomás porque era la elección femenina del primero. por lo que, en adelante, será rosario, princesa del paraná.
ok, los titulares de mañana no van a hablar de la firma del armisticio con el enemigo interno, pero lo que ocurrió hoy acá se le acerca mucho. decí que, por ser del bando de los buenos tuve que ceder un poco. bueno, todo. por suerte, palabras no hicieron falta. sólo un soborno culinario. y un ramo de flores. que eran una mierdad, pero cumplieron su cometido de conmover al rival y así, como en la revolución de los claveles, cayó con imitaciones (naturales, eso sí) de margaritas rosas y amarillas. por dos pesos no se pudo conseguir nada mejor. después, la foto de rigor con los comandantes en jefe sonriendo contentos, con la panza llena y promesas para el futuro. igual, los cañones están a mano.
las noticias bélicas de la fecha no son buenas. es más, desde la comandancia general me informan que estamos perdiendo la guerra. al frente abierto en el diario, bajo constante ataque de armas biológicas, se ha sumado un estruendoso contrafrente en la retaguardia del tupper del décimo piso de la calle ugarte. la lucha es encarnizada, con escenas de combate cuerpo a cuerpo en algunas instancias. no se tomarán prisioneros, me indican. quizás, entonces, deberemos optar por el mal menor y hacer volar todos por las aires con la bomba de protones que tengo guardada acá nomás. no se vislumbra paz por el momento. esperemos, sin embargo, que la paloma bendita con el ramo de olivo en el pico cumpla con su misión simbólica.
acá estoy, cagándome de calor, encerrado en este cuartito al que mis tradiciones clasemedistas me empujar a llamarlo escritorio y que, en realidad, no es más que el cuarto de la computadora transformado en involuntario sauna. no están equivocados esos que pregonan por la orientación como factor importante al adquirir un nuevo hogar. pero bueno, basta de quejas y a pensar las consignas que mi empleador sustituto me dio para este mes. de concretarse, serían tres las entregas que estos me deben. lo que totalizarían una suma nada despreciable. sólo hay un problema: hasta ahora no vi un mango. esta semana habrá novedades, me dice mi contacto, pero con voz de mejor armate de paciencia. si supiera... alicientes: una buena comida, varias sesiones sexuales en los últimos días y la sonrisa de f. no en ese orden, pero sí en mi cabeza todas.
ayer lo anticipé: si pecho frío gana, me hago hincha suyo hasta siempre. o hasta que pierda escandalosamente. pero igual, el match de hoy me quedará grabado por un tiempo. puso güevos el pibe. y ahora es un master. coria: alguna vez te banqué antes que a david; esos tiempos cambiaron, no esissstíssss. aguante el unquillense y mi actitud veleta.
querido pecho frío: me gustó cómo jugaste hoy. tratá de repetir la performance mañana y me voy a convertir en un unquillense de la primera hora. así de veleta soy cuando jugás bien.
jueves a la noche, asado en lo de rollo tomasi. por primera vez en muchísimo tiempo soy minoría: cuatro hombres solteros contra uno casado. bueno, lo de soltero en uno es relativo si se toma la actualidad de rollo, pero tanto a él como a su mujer les gustaría ser presentados así en cualquier reunión. lo mismo que al periodista de una revista semanal. es justo. cuestión que en la terraza, vino de por medio -dejé las burbujas de cerveza para otra ocasión- y la agradable brisa, luego lluvia, permitieron la charla relajada. y, por primera vez again, el tema no fueron los niños. no sé si fue un volver a otro estado de las cosas. pero la libertad que se respiraba fue gratificante. en varios momentos me sentí afuera de la conversación. por eso la disfruté. después, con algunas copas encima, metía bazas, pero no sumaron a la cuenta final. eso sí, pasta de dientes mediante, el regreso al tupper del décimo piso de la calle ugarte tuvo un componente sexual más que interesante.
vuelvo a un tema pasado: los nombres. y sólo para dejar sentado una nueva categoría. ya había quedado claro lo de los nombres menemistas, mal que le pese a muchos. como es moneda común extender la década menemista al engendro de la alianza, se repitió la norma. ahora, bien, el descalabro duhaldista dio pie para que pisara fuerte la ola progre de la mano del inefable k. entonces comenzaron a aflorar nombres nuevos. los dos más llamativos de esta lista se hicieron carne un día en la plaza de acá a media cuadra. jugando en el arenero, f empezó a prestarle juguetes a otro chico. su padre, en un especie de mono, el cantante de kapanga. no hay clasismo en la descripción, sólo un muestrario de la variopinta parroquia del arenero. cuestión que, a la hora de partir, el tipo le dice, dale, caetano, devolvé los juguetes y vamos a casa. ¡caetano! todo bien con el brazuka este. pero por la pinta del padre me espera algo más rocker, más luca, más mano negra... pero bueno, seguí como si nada. caetano. y se hizo la hora para que nosotros volviéramos al tupper del décimo piso de la calle ugarte. y, al hacerlo, otro infante muy menor casi me lleva puesto porque corría mirando para atrás, a su abuela que lo vigilaba... cuidado, vinicius, mirá para adelante, le gritó la vieja. ¡vinicius! ¿vivo en el búnker de la bossa nova porteña?
en sony-bmg. el edificio es choto. al menos lo que estoy viendo. nada ver con el que tenía sony en palermo cuando todavía no se había fusionado. tiene cierto aire de decadencia que contrasta con la imagen que se tiene de una discográfica, como si fuera un viejo galpón reciclado por alguien sin muchas ganas. quizás adentro esté bueno -cuando pasé a otra puerta cambió un poco, pero la línea se mantuvo-. estoy metido en una salita de espera que queda de paso para todos los que están saliendo. es tarde. estoy sentado en un silló definitivamente feo e incómodo, cuyos colores terracotas, mostazas, combinados con madera en las patas, definitivamente no pegan con la mesa ratona de vidrio moderna que hay, sino que demuestra que en la fusión de ambas empresas hasta arreglaron a las apuradas qué muebles ponía cada bando -mientras al mismo tiempo echaban a los efectos colaterales-. me hundo en el sillón sin quererlo, dándole a los que pasan una imagen de un pobre tipo que está esperando que lo atiendan. encima, me rodean discos de oro y de platino. hay de todo, y no mucho bueno. a excepción de elvis, están los certificados de la oreja de van gogh, diego torres, serrat, ¡sin bandera!, sabina, santana, ricky martin (¡vendió un millón de discos sólo en argentina!) y chayanne. no sé, tanto sony como bmg, juntas y separadas, deben haber tenido mejores discos de oro para colgar. también hay gigantografías: un vicentico bastante limpio, daniela herrero queriéndome hacer creer que es sexy, torres con esa levantadita de mirada típica en él, la sole -a quien vengo a entrevistar- y ese ser insufrible (lo sé porque tuve que hablar con esta imbécil cuando tuvo sus quince segundos de fama) que marcela morelo. la nota era a las 6 en punto y son ya pasadas las 35. y parece que todavía me falta un rato largo. me está dando por las pelotas y la gente sigue pasando y yo acá con cara de nada. gente gris, por otra parte, la que labura acá. no sé, como que trabajar en una disquera debería inferirte aires cool. y la verdad que el mal gusto, sin onda, bah, está de moda acá. salvo honradas excepciones. me estoy embolando y ya veo que dentro de poco me agarra el mal humor. y creo que el edificio empeora las cosas, con su política de libre de humo. acaban de pasar dos tipos, uno con cara de ejecutivo exitoso pasea a un gallego que parece su jefe y, según entendí, bajó desde la oficina de miami a chequear cómo anda todo por acá. esta oficina la usa sony y esta otra, sudamericana (también mondadori está en el pool de este conglomerado). el executive officer tiene tono impostado de suburbio, el segundo no oculta su hastío y condescendencia. estoy torrado pero si me voy puedo quebrar la buena relación con esta gente y me pierdo que me sigan mandando discos. de paso, hoy manguié el de franz ferdinand. vanessa se pondrá media pila. igual, siento me están tocando el culo. y no me gusta eso, a menos que m minutos antes de salir hoy al mediodía para el diario, que lo hizo con ganas y mirándome con la misma cara libidinosa de anoche.
en el subte. tuve sentadas justo en el asiento largo de enfrente, a siete mujeres. ninguna parecida entre sí. punta izquierda, una morocha, seguramente ex chabona venida a más (en la actitud, digo), estudiante de algo que la lleva a transportar una carpeta enorme. a su lado, una joven profesional, bien vestida aunque en segundas marcas (más bien, arreglada), con zapatos de punta que pronto pasarán de moda, si es que ya no se usan. sus tetas recién compradas contrastaban con la vieja a su costado, hecha mierda, literalmente, con un golpe en el ojo, cara de funcionaria o abogada sin mucho laburo. la pecosa y colorada que le sigue, podría estar buena si tuviera onda; especie de maby wells (perversión personal) más alta. soltera y cama solar a continuación; pasó los 30 hace rato y aún piensa en que alguien, que no es el tipo que se garcha los fines de semana, que es separado y no piensa en sentar cabeza por ahora, la saque de su local; pispea todo a través de sus anteojos negros. en lila y alpargatas blancas, se acomoda a su lado una chica joven que claramente viene del interior, llámase provincia o pagos alejados de la capi; morocha sin convicción, espera que la tomen en algún trabajo. en la punta derecha, finalmente, la recién casada, la que cada vez que cierra los ojos, que son varias veces, se acuerda de la luna de miel en buzios, esos siete días de espeto corrido que le dejaron un par de flotadores y que se pregunta porqué su marido toma clases de tenis los martes a lam noche y que soporta a su suegra quien le recrimina que aún no tienen hijos. siete mujeres, siete realiades, todas sentadas en el subte. y por primera vez en mucho tiempo no me pregunto a cuál le daría masa. a ninguna, es la respuesta. la pecosa, a todo esto desnuda sus pies grandes, feos. la joven profesional escucha su mp3 trucho, comprado en cuotas en garbarino tras leer la oferta en clarín. la ex chabona es la que tiene más onda, ojos lindos. la que espera al macho se operó la jeta y así y todo sigue sola y toma una copa de vino cuando va a un restaurante de moda. la recién casada tiene un chicle en la boca. la vieja va para atrás. está perdida. en poco tiempo más, seguro, su departamento estará en venta por intermedio de sus hijos que se fijarán cuánto les quedará de herencia. la pecosa ahora manda mensajes por el celular. ninguna cruza mirada con las otras. se evitan. hay tres de ellas que se creen mejores que las demás. quizás cuatro. ay, las minas, siempre competitivas. porque en verdad se han fichado en algún momento. siempre lo hacen. y ahora, repito, se evitan. la soltera de 30 y tantos largos también se hizo la nariz. ahora se bajaron la vieja y la casada. hombres ocupan sus puestos. la joven profesional también manda mensajes, pero ella deletrea con la boca mientras los marca, distintas edades que le dicen. se baja la del interior para hacer combinación con la línea c y partir a constitución y la chabona también, ya que va la uade. la joven profesional se apea para ir a la oficina. quedan la pecosa y la operada, pegadas pero separadas por un abismo de sensaciones. un mundo las divide y nunca más se van a ver. hasta luego a todas. me hicieron estos 25 minutos más fáciles.
vuelta al trabajo. había que pensar cómo hacerlo. encima, primero debía ir al cine. a ver elizabethtown. una película que a mí me gustó aunque sé, de antemano, que va a recibir críticas dispares, como ya ocurrió en otros lados. es que cameron crowe me puede (sacando, obviamente, la terrible vanilla sky). (aún recuerdo el impacto de almost famous en nuestro cronista en niúiorc cuando la vimos una noche en el village -recoleta-.) cuestión que debía salir de casa y tenía que elegir una música funcional acorde. por primera vez en mucho tiempo desistí de coldplay y keane. y me puse a mirar los discos. esa pila de discos que algún día tendré que ordenar. todavía me faltan a) ganas, b) espacio y c) ambas. busqué y busqué hasta que dí con un disco que consideré apto: new adventures in hi fi, de rem. la elección no podría haber sido mejor. y, contento, me fui al abasto. y me reencontré con los críticos amigos. y de los otros. ¿de qué se habla antes de ver una película? no de cine, por supuesto. la tautología en el medio está vista con resquemor. ojo, sí se pueden hablar de películas, pero sólo cuando otros temas están acabados. entonces, hablamos de fútbol. y del enojo por lo del sábado. con uno le dábamos cuerda a lo que había pasado. hasta que llegaron dos hinchas de independiente y el tema fue otro. de ahí, a hablar de shangai y la posibilidad que aún no sé si se cumplió, de que puerta ingresara en el masters en reemplazo de otro. y nos cagábamos de risa de los cuatro argies entre los ¿ocho mejores? y de las supuestas lesiones de nadal que, para mi amigo -por otro lado- vijai le suenan más a un no te drogues tanto de wainraich o cómo se escriba. y entramos a la sala. y lo primero que percibís de una peli de crowe es su música. es uno de los pocos directores que, con música contemporánea, aporta al relato mayor riqueza. y sí, al primero que vez después de orlando bloom es a alec baldwin. tiene una intervención pequeña, pero buena. ja, lograste que toda una generación vuelva a andar descalzo le dice al soon to be unemployed bloom tras haber fracasado con el diseño de una nueva zapatilla. y de ahí, volar a kentucky y encontrarse en el avión con una azafata de los más simpática -kirsten dunst- hay un paso. y si dejás de lado las oh, casualidades, te importa todo un pito y te enganchás con la peli, que para esta altura no voy a contar más. termina con un happyending que no involucra la vuelta a ser millonario y, si bien las más de dos horas te dejan como exhausto, decís que estuvo bien. que el tipo sabe contar. contar. contar contar. sí, contar una historia. tiene baches, bastantes, pero no empañan los buenos momentos. y entonces la ida al diario ya se hace a otro nivel, más relajado. es una buena forma de empezar la semana, con una buena película y su música dando vueltas en la cabeza. pero, chan, llegás a la redacción, y el mismo de siempre te ladra. no soy una mina, así que no me pongo sensible. contesto mal y no me jodas. si me querés bueno, no me rompas. las cosas se van recomponiendo con el tiempo y, para la hora de regresar al tupper del décimo piso de la calle ugarte, la actitud es otra, máxime si en el discman hay un disco nuevo, recién salido del horno de sony-bmg que me mandó extraordinary machine de fiona apple. lindas canciones, mejor voz. no me coooopa, pero qué agradable transforma el periplo en colectivo desde el bajo hasta los pagos de belgrano y la posterior remontada a pie por la calle monroe.
en horas más me reincorporo al trabajo. fueron 15 interesantes días de vacaciones en los que hubo de todo, como en una típica película de hollywood. en algún momento tenía que volver. me da fiaca empezar de nuevo.
una vez que estábamos jugando bien. no lindo, bien. y no, pekerman no se lo pudo aguantar. y tuvo que sacar primero a ayala. y después a tevez. y después a riquelme que, también por primera vez en meses -quizás años- estaba jugando al fútbol. sí, hoy jugó muy bien y no me da miedo decirlo. porque él fue el que cambió. no yo. entonces vino owen y clavó dos. y nos fuimos de ginebra borrachos de incredulidad. ay, pekerman, teléfono. no podés hacer lo que hiciste. sí, faltaban diez minutos, pero no estábamos apretados mal. dejá a los pibes que terminen el partido. y sí, no cobraron el penal a cruz. ¿y qué? ¿es excusa? no. perdimos porque el hombre es un cobarde. o al menos, un farsante. una vez que habíamos jugado a la pelota bien... no entiendo qué pasó. sólo sé que hoy la alegría está en otro lado. y cómo la disfrutan. no los culpo. ¿que me consuele con la victoria de los pumas? no. hoy era fútbol. *el* partido. y lo perdimos. la mierda.
apuntes de las vacaciones. percibí, metido entre los bosques de mardelaspampas, que el bendito derrame de la economía argentina actúa de formas misteriosas. por ejemplo, en el único cajero de este balneario. allí no había plata. el camión de banco provincia no había pasado. pero sí había una persona en su interior. no un homeless, al menos en los papeles. era un cana. un policía de la bonaerense ajeno a los desmanes marplatenses que se gana su pan custodiando el cajero. sí, el aparato. el hombre estaba adentro. tenía una silla, mate, un diario popular y la radio. nada más. viste cuando se robaron los cajeros el verano pasado, bueno, éste era uno de esos, me explicaron. desde entonces, el directorio del banco provincia decidió que era más barato tener a una persona ahí metida que instalar una cámara de seguridad. está bueno, si se lo mira desde la óptica hombre-vence-máquina. aunque tiene algo de servilismo feudal poner a custodiar un aparato que vale más que la vida de esta persona, a quien nadie custodia. raro lo de mardelaspampas. sobre todo si se tiene en cuenta que a toda hora pasaban móviles (serían dos al menos) de la bonaerense. recorrían el lugar de arriba a abajo, labor que se complementaba con los móviles también de la compañía de seguridad privada, que van de un lado a otro donde suene una alarma. que suenan todo el tiempo y que la primera noche no nos dejó dormir por un rato. el otro rato se encargó de interrumpirlo f, pero ése es otro cuento, de esos chotos que estoy mandando desde hace rato. tampoco es que se robe mucho, de hecho las más de las veces suenan accidentalmente. ay, la policía, esa institución tan difícil de abordar. me ponía a pensar, sentado en la arena con el viento frío típico de las playas argentinas taladrándome la cara y que tanto me hacen añorar otros destinos, incluso los no conocidos, o sea casi todos, pensaba, entonces, en la relación que se tiene con las fuerzas del orden. digamos que, con razón, la clase baja la odia. es palpable. los uniformados siempre se la agarran más fácil con los que menos tienen o los que aparentan que menos tienen. presunción de delincuente, pensarán con su limitado secundario (argentino) aprobado. y ahí van a palpar de armas y hablarte mal. en cambio los de clase alta, los tienen de aliados. a menos que seas la oveja negra institucional de la familia y te lleves a las patadas con los canas en las reuniones familiares, pero que al verlos los putees como si fueran el hermano del jardinero que lo está suplantando por un día porque estaba enfermo y no entendió la consigna: como el orto. en cambio, la clase media o mejor dicho los clasemedieros, que sería un estadio pensante de este estrato, los mira con reticencia y amor intermitentemente. o sea, se escandalizan -me escandalizo- cuando veo en policías en acción cómo estos tipos pueden romper la puerta de departamento de un complejo habitacional de dock sur y cuando tienen al tipo -siempre joven- que vive ahí éste les dice que se equivocaron de edificio, que sí, que era el cuarto b, pero del bloque h y no i. o sea que de prepo los canas te hicieron mierda la casa, que no van a pagar y encima se equivocaron. también me escandalizo, protesto, cuando sin mediar palabras -y siempre a través de la televisión- me entero de que boletearon a alguien al boleo o de puro brutos que son. yuta puta, repito. y miro intranquilo desde la ventana del tupper del décimo piso de la calle ugarte a ver si hay alguien robándome el auto. porque, en definitiva, ¿dónde está la cana cuando se la necesita? lo que lleva al lugar del amor en esta cuestión. porque me imagino a todos los que vayan a alquilar casa por quince días en mardelaspampas preguntando en la inmobiliaria cómo está el tema de los robos. clasemedieros con la plata justa, no tienen ganas de que cuatro delincuentes, ¿drogadictos?, te amarguen la salida. y entonces respiran tranquilos cuando les avisan que pasa la cana por la puerta de su casa cada una hora. uf, qué bueno, piensan, y dejan sus morlacos en las arcas mardelaspampenses. y vuelven a buenos aires contándole a la familia que van a estar en un lugar seguro. custodiados por la cana. sí, esa cana que odiás cuando la ves en la tele. que degrada y humilla a sus trabajadores, primero, poniéndolos a custodiar un cajero sin plata, entre muchas otras humillaciones, y luego a los que no tienen la suerte de haber crecido con algo de orgullo de clase en su sangre y que, habituados por continuas requisas arbitrarias, no dudan en decir que prefieren un policía muerto a uno vivo se lo encuentran en la calle. yo, en definitiva, a la cana la soporto. me han humillado también en alguna oportunidad, en un departamento alquilado en miramar a los 17 y recibí de parte de uno, que se robó una cortaplumas y algo de guita de mis amigos, una sonora cachetada.
de vuelta al ruedo. fueron cuatro días en mardelaspampas que me permitieron alejarme por un rato de buenos aires, para apreciarla al regreso. cuatro días marcados por playa, frío y arena en mis zapatillas rotas. días que también sirvieron para limar asperezas con m. y disfrutar a f. ya el viaje de ida marcó la pauta de este retiro: nadie en la ruta. elegimos viajar al domingo, a contracorriente. la ruta 2 sin nadie y nosotros tranquilos. algo de kilombo -nada, en realidad- en el empalme de la 2 con la 63 en dolores por las obras de ampliación. muchachos, pongan media pila porque al verano no llegan ni en pedo. supuestamente tienen que terminar los 30 y pico de kilómetros hasta esquina de crotto y no van a llegar. otro tanto les pasa a los que están ampliando el trayecto madariaga-pinamar. se viene muchos choques por ahí. en el trayecto, camiones cargando hidrantes de prefectura y una sucesión de camiones de bomberos de la federal que venían de sus vacaciones cumbristas marplantenses. cuestión que llegamos y la primera sorpresa devino cuando mi padre, gestor de la invitación, nos llevó a ver una casa. nosotros pensábamos que sólo nos la estaba mostrando en el afán inmobiliario de su compañera. pero hete aquí que nos dio la orden de desmonte y allí nos acomodamos: una coqueta y moderna casa estilo "en consonancia con el bosque" con mucho vidrio y para calentar con salamandra. no lo podíamos creer. dispuestos, como estábamos, a compartir morada con mi padre, nunca imaginanos que estaríamos solos. bueno, es un decir, porque a f se le ocurrió todas las noches sentirse mal y terminó conviviendo con nosotros. decía que hizo frío, lo cual no amilanó, sin embargo, las ímpetus de m por ir a la playa, reducto arenoso en el que yo particularmente me embolo a los diez minutos de llegar. decí que uno de los días zafé y fui a hacer compras a villa gesell. porque hacer compras por ahí, en mar azul, por ejemplo, es terrible. por los precios. no sé, estamos fuera de temporada, los únicos que van al super de ahí son residentes de no muchos recursos. y encima los afanan. ¿cómo vive esa gente? vaya a uno a saber. en gesell, pasa lo mismo, a menos que vayas al disco, el único disco que fui en mi vida y que no tuve que hacer cola para la caja. gesell es enorme, la avenida principal mide, en serio, como 13 kilómetros. los primeros, viniendo de mardelaspampas son los más tristes, porque denotan el fuera de temporada: muchísimos lugares cerrados custodiados con alarma -porque todo allá tiene alarmas- esperando esos tres meses salvadores para volver a vivir. obviamente, en mardelaspampas éramos cuatro gatos locos. a los que f se encargó de despertar cada vez que agarró el volante con su nuevo juego aprendido: tocar bocina. qué sé yo. fueron cuatro días increíbles, en los que no sabés bien si descansás o no, pero que disfrutás por todo lo que implica. decí que la tele, a la noche, era mala. pocas señales de cable y los canales de aire siempre son una mierda. con decir que me vi entero el último -y lamentable- programa de maradona... o que f sólo vio dibujos animados en portugués porque en la red globo era el único canal en los que los pasaban (gracias xuxa). y hoy, vuelta para baires, también con la ruta sin un alma. y ahora a hacer nada hasta el lunes. que me reincorporo.
no descubro nada al calificar de deficiente la forma en que los noticieros de televisión hablan sobre la realidad y cómo la muestran. desde que un zoquete del 13 le puso musiquita ad hoc a cada informe, la info que muestra este canal y todos los demás copiones, se desdibujó, obligando al televidente a sentir empatía por lo que mostraban. luego llegaron los presentadores/opinators que, bajo esa estúpida consigna de digo lo que pienso, bajaban línea sobre cada noticia. en el pasado, la terrible dupla mónica/césar dictó cátedra al respecto, con la vieja queriendo convertirse en la abuela piola e informada y politizada de la realidad. su lugar, para colmo, aunque en distinto ámbito, lo ocupa mirtha legrand, quien cree ser la campeona del free speach, olvidando que su espacio más bien siempre ha sido una mesa de chivos. hoy, el arquetipo de este modelo, es una mujer que desde canal 7 dice lo que se le canta sobre lo que se le canta. ojo, no hay que olvidarse tampoco de todos nuestros periodistas serios en canales como américa (andino va cada día más para atrás, más amarillo; graña, bueno, sigue siendo el graña de siempre; pastor, un pobre infeliz; la gutiérrez...), el 9 (hadad´s copyright) y telefé con jacobson inexplicablemente aún en pantalla. en el cable, sacando crónica y su habitual bizarría, tn nutre su grilla con supuestos serios. pero siguen musicalizando todo. incluso los reportes internacionales con el único "especialista" en política foránea que todo lo roba de canales de afuera. ah, ¿cuándo será el día en que la argentina cuente con verdaderos corresponsales en el exterior? cuestión que este es sólo el preámbulo de haedo, día en el que todos coincidieron en mostrarlo con la simplista leyenda de un día de furia (gracias michael douglas por legarnos semejante mala película y lugar común recurrente). "el pueblo", "la gente" y "los usuarios cansados" fueron las entidades en las que se escudaron los presentadores y movileros para justificar un hecho que claramente los excedía pero que nadie le quería poner nombre. luego, "elementos de ultra izquierda" o los siempre a mano "quebrachos" pasaron a ser los responsables del desmadre. pero entre una y otra entidad pasaron horas. durante las primeras, los muñecos de torta en saco y corbata y trajecito sastre justificaron el vandalismo. (aclaración: no estoy acá para defender a tba, empresa subsidiada hasta el tuétano que no parece haber gran cosa aparte de cobrar esos subsidios, como bien diría asís.) pero esa postura de comprensión ante el incendio de vagones y saqueos de barcitos y rotura de vidrios varios mutó en ira y en hablar de "pibes chorros" (uno, no me acuerdo dónde, usó esta frase), cuando atacaron los móviles de televisión. entonces, mientras haedo ardía y la policía se preparaba a repremir (era hora, clamaban algunos) los sobreimpresos televisivos pasaron a ser "ataques a los medios". entonces sí, muchachos, mano dura a los revoltosos sedidiosos de quebracho, troskos y afines. y entonces lo de la mañana, repito, quedó desdibujado. sí, la protesta "justa" de la "gente", el "pueblo" y los "usuarios" quedó para otro momento. a nadie (salvo los hadad´s boys, pero por razones equivocadas, aunque matizadas por el efecto k) le servía hablar del sinsentido que significaba protestar quemando trenes y rompiendo todo y suspendiendo el servicio. y para la tarde, con la policía habiendo encarcelado y golpeado a unos cuantos, todo volvió a la normalidad y a echarle culpa a tba, a los troskos y a quebracho. ejem. que fácil arreglan todo. el mínimo común denominador arrojó estos resultados y mejor quedarse con la versión oficial de las cosas. es más fácil, menos laburo. dejá que yo sólo pongo la musiquita. cuestión que nadie condenó, de ser cierta, la reacción de esa "gente", ese "pueblo", esos "usuarios" hermosos que en principio causaron todo. están indignados -qué palabra-, están cansados... ok, pero rosa parks sólo se mantuvo sentada en su asiento. no quemó el bondi. y cuando quiso protestar, caminó nosecuántas cuadras hasta su trabajo, al igual que todos los negros. por un año y pico, si mal no recuerdo. y después entonces, los bondis abolieron esta ley, previo cambio de legislación en ese estado. nadie dijo, che, dejen de usar el tren. oblíguenlos a cambiar. con lo que ahorran en pasajes se compran una bici en carrefour de dos mangos con cincuenta y todos contentos. sé que haedo está lejos de la capi, pero rosa parks no se inmutó. y mlk tampoco. a avivarse. a dejar de ser idiotas útiles de los medios y de las empresas y del gobierno. por otra parte, el gobierno... nadie asoció algo que, al menos para mí, me resulta ruidoso. que los haedo está en el partido de morón, gobernado por un ari kid, el municipio campeón de los derechos humanos. esto no pasó en la capi (si es que estuvo orquestado como todos creen). ni en partidos aledaños. pasó en morón, che. algo tiene que ver. es más fácil pelearse ahí y si resulta mal quizás hay un cambio de timón político. ok, en el roca y los partidos del sur tiran piedras. pero no lo prenden fuego ni sitian localidades como en haedo. ¿estoy hilando fino? tal vez. pero nadie siquiera lo esbozó. ah, informar... lo mal que se hace acá. ojo, no sé dónde lo hacen bien porque sólo miro tele argentina. vía cable, la cnn no califica y las estatales europeas siguen siendo estatales. lo que me lleva a ilustrar nuevamente la mala costumbre de los opinators locales, con un caso chiquito, sacado de contexto. ayer a la tarde, tn. un tipo, no de deportes, habla sobre messi y el barcelona. creo haber dejado en claro la valía de este pibe. pero el hombre fue más allá. lo exaltó a más no poder, reconociéndole ingerencia en todos los goles, casi. está bien, el suyo estuvo buenísimo. y participó en uno en que encaró como sólo él lo hace y se la dio a ronaldinho que luego se la pasó muy a etó y gol, pero para el tipo y tn, "messi lo hizo". lo mismo con el último de etó, que messi le puso un pase en profundidad y etó la clavó de emboquillada en el ángulo desde la puerta del área. sí, hizo el gol etó, dijo el de tn, como si meter un gol de emboquillada y a la carrera fuese lo más fácil del mundo, pero el pase-gol fue de messi...
las vacaciones son así. en un momento estás arriba y en otro abajo. el tupper del décimo piso de la calle ugarte entrega una tarde que suponemos normal para la gente que no está acá en estos horarios. los ruidos exteriores son pocos producto de la siesta belgranense que todo lo puede. y el solcito ayuda. el ruido de la tele se escucha de fondo, con rial haciendo engranar a la tetona de turno. y f que duerme dos horas y que resultan insuficientes, sobre todo por las ansias de protagonismo exhibidas después. sin embargo, recibo de m un elogio: pensé que iba a ser mucho peor (mi presencia acá sin hacer nada, claro). es que de otras veces que estuve al pedo en casa, supongo que ésta es la mejor. como que no nos molestamos demasiado, y se agradece. ella salió esta mañana un rato y yo fui a pagar cuentas atrasadas. punto a favor de metrogas, que me vio entrar con f en cochecito y priorizó mi atención por sobre el resto. medio que me dio vergüenza, pero si está el pibe, mejor aprovecharlo. luego una pequeña caminata padre-hijo por el barrio y a casa de nuevo. ahora acabo de despedir a los 3/4 de mi familia (incluyo la panza porque soy un padre moderno) y me quedé solo. vamos a ver si puedo aprovechar el tiempo para no hacer nada. pero nada de nada.
tengo que trabajar. para mañana debo entregar la crítica de código 46, película que vi hace por lo menos tres o cuatro meses atrás y que sistemáticamente se fue posponiendo. obviamente, ya ni me acuerdo de qué iba la cosa y buceo en internet para refrescarme la memoria y, quizás, inspirarme. no lo vean como un crimen, por favor. si bien no soy bucay, tampoco soy alguno de los tantos críticos de medios importantes que hacen groseros copypaste de colegas de otras tierras. repito, sólo me inspiro. o al menos, recuerdo. tá bien, debería tomar notas en las privadas. pero ese proceso de sacar una birome con lucecita y apuntar cosas en el reverso de las gacetillas es terrible. concedo que muchas veces me gustaría contar con una ayuda así para recordar diversos elementos que sé que hacen a la crítica pero que justo cuando la estoy escribiendo me olvido. luego leo esas observaciones en otros y digo la pucha. y ahí se acaba la mala sangre. ¿y qué tiene de bueno código 46? samantha morton. y algunas cosas puntuales, como las descripciones visuales de las ciudades futurísticas de la peli. por lo demás, si la ven en cartelera, déjenla pasar. para otra ocasión, si es que alguna vez la estrenan en isat y no hay nada en otro lado para ver. michael winterbottom es el director. el mismo de 24 hour party people, que era más una fábula semientretenida -sobre todo lo de semi- sobre el madchester. yeah, we´re so brits! lo mejor que tuvo esa peli fue devolverme a la cabeza la música de los happy mondays, que si mal no recuerdo fue un grupo que nuestro cronista en niúiorc "me descubrió" tempranamente en nuestros pomos de ketchup de suburbios. en su casa también vi mi primer cassette de virus de la historia, circa 1987 (¿qué, la música no era sólo en inglés?, bruto). y después depeche mode (el doble de 101). sí, tenía el muy choto un póster de phil-no-jacket-required-collins en el cuarto. pero con el tiempo fue un mero elemento kitsch que nos daba a alguien a quién odiar (si bien, repito, en los suburbios de entonces estaba bien visto, ya que no fueron pocos los que apretaron con algunos de sus temas, vestidos con chombas lacoste y un suéter legacy anundado en la cintura). igual, no sobrevivió la mudanza. en fin, que si seguimos con la música lola me hizo acordar de un disco queljoputa de ñ me cagó: 50 first dates . increíble cd desdeñado por puristas que además de la canción de adam sandler -muy divertida- tenía versiones reggae copadas de varios hits ochentosos. y ñ, repito, me lo cagó. dice que está trabado en el equipo de música de su auto. o en el de su casa. cuestión que atraso la mierda esta de código 46. y pienso en otras cosas. como en la música (estoy a full en el real player de la pc con british sea power). y en los días por venir. esto de tener auto -hasta que regrese mi suegro- inspira actividades. y si a eso le sumamos un poquito de plata en el bolsillo y un par de invitaciones, lo más probable que el findex termine en una soleada -espero- playa de mardelaspampas. y regreso al mundo de los colegas, que me defraudaron nuevamente cuando calificaron de buena -incluso muy buena- la del zorro. aunque si nos fijamos que la peli estuvo promocionada en las dos revistitas de los viernes de los dos matutinos más leídos -obviamente no el mío- es fácil caer en la cuenta que hay plata de por medio. zas, lo dije. varios años atrás, un ex suburbio devenido en públicas de una distribuidora, y en consecuencia con cierta confidencialidad hacia mi persona, confesó que la entrega de dinero a cambio de críticas laudatorias antes era moneda corriente. práctica que cayó en desuso con la irrupción de internet y con críticos en todos los programas de radio, cantidad que aseguraba que al menos a varios sin luces les cayeran bien los bodrios. pero parece que los ánimos de aumentar o justificar las ediciones de los viernes obligan a críticas macanudas para cualquier cosa. en fin, me fui al carajo. ¿estaré rompiendo códigos? nahhh... no veo la hora de estar tirado en la playa -por cinco minutos- y ver a f dando vueltas por ahí, untado en protección 45 y hecho milanesa en consecuencia por el pegote generado. será divertido.