jueves, noviembre 10, 2005
i´m back!
de vuelta al ruedo. fueron cuatro días en mardelaspampas que me permitieron alejarme por un rato de buenos aires, para apreciarla al regreso. cuatro días marcados por playa, frío y arena en mis zapatillas rotas. días que también sirvieron para limar asperezas con m. y disfrutar a f. ya el viaje de ida marcó la pauta de este retiro: nadie en la ruta. elegimos viajar al domingo, a contracorriente. la ruta 2 sin nadie y nosotros tranquilos. algo de kilombo -nada, en realidad- en el empalme de la 2 con la 63 en dolores por las obras de ampliación. muchachos, pongan media pila porque al verano no llegan ni en pedo. supuestamente tienen que terminar los 30 y pico de kilómetros hasta esquina de crotto y no van a llegar. otro tanto les pasa a los que están ampliando el trayecto madariaga-pinamar. se viene muchos choques por ahí. en el trayecto, camiones cargando hidrantes de prefectura y una sucesión de camiones de bomberos de la federal que venían de sus vacaciones cumbristas marplantenses. cuestión que llegamos y la primera sorpresa devino cuando mi padre, gestor de la invitación, nos llevó a ver una casa. nosotros pensábamos que sólo nos la estaba mostrando en el afán inmobiliario de su compañera. pero hete aquí que nos dio la orden de desmonte y allí nos acomodamos: una coqueta y moderna casa estilo "en consonancia con el bosque" con mucho vidrio y para calentar con salamandra. no lo podíamos creer. dispuestos, como estábamos, a compartir morada con mi padre, nunca imaginanos que estaríamos solos. bueno, es un decir, porque a f se le ocurrió todas las noches sentirse mal y terminó conviviendo con nosotros. decía que hizo frío, lo cual no amilanó, sin embargo, las ímpetus de m por ir a la playa, reducto arenoso en el que yo particularmente me embolo a los diez minutos de llegar. decí que uno de los días zafé y fui a hacer compras a villa gesell. porque hacer compras por ahí, en mar azul, por ejemplo, es terrible. por los precios. no sé, estamos fuera de temporada, los únicos que van al super de ahí son residentes de no muchos recursos. y encima los afanan. ¿cómo vive esa gente? vaya a uno a saber. en gesell, pasa lo mismo, a menos que vayas al disco, el único disco que fui en mi vida y que no tuve que hacer cola para la caja. gesell es enorme, la avenida principal mide, en serio, como 13 kilómetros. los primeros, viniendo de mardelaspampas son los más tristes, porque denotan el fuera de temporada: muchísimos lugares cerrados custodiados con alarma -porque todo allá tiene alarmas- esperando esos tres meses salvadores para volver a vivir. obviamente, en mardelaspampas éramos cuatro gatos locos. a los que f se encargó de despertar cada vez que agarró el volante con su nuevo juego aprendido: tocar bocina. qué sé yo. fueron cuatro días increíbles, en los que no sabés bien si descansás o no, pero que disfrutás por todo lo que implica. decí que la tele, a la noche, era mala. pocas señales de cable y los canales de aire siempre son una mierda. con decir que me vi entero el último -y lamentable- programa de maradona... o que f sólo vio dibujos animados en portugués porque en la red globo era el único canal en los que los pasaban (gracias xuxa). y hoy, vuelta para baires, también con la ruta sin un alma. y ahora a hacer nada hasta el lunes. que me reincorporo.