sábado, noviembre 26, 2005

 

wishlist


ya está, puedo borrar un deseo de la lista. esa lista que uno arma cada año y que contiene anhelos que rara vez puedan cumplirse. por ejemplo, ver a pearl jam en vivo. bueno, acabo de volver de ferro, donde pearl jam me dejó boquiabierto. fue genial. fui solo. no importó. será una de esas noches que voy a guardar en mi memoria. estaba ahí parado, en el campo, y entonces sonó breakerfall y un impulso mezcla de adolescencia tardía y verdadera emoción me empujó hacia adelante. sí, yo que aborrezco de los recitales masivos (he ido a varios pero era una constante que, en cada nuevo que iba, me alejaba del escenario para verlos a la distancia). pero esta vez me hizo acordar a esa noche en 1990 y tantos que tuve a michael hutchance acá, en frente a mi cara. o sea, un recital que no voy a olvidar. la cancha estaba llena. repleta. mucho veintitantos largos y treinta y tantos cortos. todos los que crecieron musical y cronológicamente con la banda y que soñaron, desde siempre, con verlos en vivo. mucha pareja también. de las lindas y de las feas. de las conchetas y no tanto. minas solas, varias. de las de los chicos de gimanasio deseos por sacarse las remeras y sus novias rubias de peluquería y celular en mano. cámaras de fotos digitales, a roletes. había un par de flequillos. pero no era la norma. y todos coreaban en inglés. buena onda en general, ayudada por fasitos acá y allá. decía, entonces, que un recital del carajo. fuerte. potente. con todas las canciones que uno podría desear escuchar. y más. se me puso la piel de gallina al principio. y me acordé de una boludecés que experimenté cuando fui a ver a los guns cuando vinieron por segunda vez (también un buen recital): resulta que había una minita, una pendeja, que lloraba. sólo decía, esto es hermoso, esto es hermoso. me cagué de risa entonces, no lo entendía. pero si bien no lloré, y no creo en la palabra hermoso para describir un recital, sí admito que la emoción recorrió mi cuerpo. esa que, repito, me impulsó para adelante, a los cuerpos transpirados. y salté y canté. al menos por un rato. estoy viejo para estos trotes. y me volví para atrás. y cuando terminó, borré un deseo de mi wishlist. si éste se cumplió, quién me dice que el que involucra a catherine zeta jones no se puede cumplir...

Comments:
Coincido mucho con tu experiencia! Yo también soy de los treinta y cortos y no me banco mucho los apretujones, las avalanchas, la transpiración ajena y los puños del de atrás en mi espalda... Y a pesar de todo me mandé bien para adelante, estuve a 5-7 metros durante unos 5 temas. Fue espectacular verlos, yo que pensaba que era muy dificil que algún día vinieran... y en que buen momento de su carrera llegó... se los vio muy maduros y eso está bueno. La potencia en vivo es increible... lo que toca McGrady. Todo, un show de la puta madre viejo... y hoy vuelvo y me voy bien para adelante.
Saludos.
 
lejos...lejos...para mi...lo mejor que vi. Una aplanadora. Mierda, que recital. Cuanto poder. Y lo mismo, a la "wishlist" le taché uno.

ja!
 
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