jueves, noviembre 30, 2006

 

heeeroiinnnn

cómo no hacerse adicto a un blog que tiene posts como éste:

"Te pido por favor... no las publiques. Si querés hasta voy al programa,
aunque estemos peleados, pero no las publiques por mis hijas...". El flaco
canoso, ni corto ni perezoso, aceptó la propuesta. Era el uno. Le distorsionamos
la voz, pero pudo escucharse en la grabación de las escuchas telefonicas del
caso Copola que salió al aire el día después: " ....Cris venite que tengo ganas
de chuparte el pitito..."


lunes, noviembre 27, 2006

 

don´t look back in anger

oasis suena en mi discman. y al hacerlo dispara toda mi imaginería noventista. siento nostalgia, entonces, por los 90. ¿está mal que ocurra? los 90 no sólo fueron menem para mí (aunque en el 95 lo voté) y supongo que para muchos otros lo mismo. los que transpiraron en los 80 tienen la mística de entonces en la que refugiarse. recuerdan y se recuerdan enorbolando banderas, ilusionándose con alfonsín, defendiendo la democracia, vivando por la libertad y experimentando la posmodernidad subidos al colectivo de la autorreferencialidad. ellos se quedaron afuera de los 90. ya eran viejos para trajinarla. pero no tanto para usufructuarla. y ahora esconden eso. yo no me escondo. yo añoro (y uso la palabra añoro) los 90. en este momento, los decembristas me miran mal. piensan que yo y muchos más vendimos en cuotas al país. ellos llenan las plazas con murgas combativas, erigen centros culturales donde antes había ruinas, proclaman la autogestión como bandera y se arrollidan para recibir subsidios afrancesados. me miran por la calle y creen ver al demonio y enmarcan la foto del 20 de diciembre en la que cacerolean de lo lindo. es que ellos no vivieron los 90. se la pasaron dentro del ciclo escolar. yo viví en los 90 y por eso los extraño. y oasis fue parte de mi larga banda de sonido de entonces. marcaba el compás de mi regreso a casa después de la facultad, en tiempos en los que muchos nos creímos la de tanguito (¿ya lo dije alguna vez a esto?) y nos volcamos por *carreras no tradicionales* que a la larga sellan la tradición del desencanto. en los 90 escuché mucha más música y vi más bandas que aún hoy le pasan el trapo a cualquiera de estos grupitos de pibes de la esquina. había ambición [y si no te gusta esta palabra, es porque sos un pelotudo]. y esa ambición noventista me llevó a europa. la década del 90 fue el cuarto pasajero subido al spazio que nos llevó a dos amigos y mí por un tour por el noa, bolivia, perú, chile y vuelta a pinamar en un periplo con visos de épica -noventista, por supuesto-. oasis también iba en ese auto... los 90 fueron tantas cosas que creo que muchos se confunden y la resumen a una sola. quiero poder sentir nostalgia por los 90. decir que de verdad extraño el hecho de que poder viajar a europa estaba copado. no hay un placer snob en esto, sino una descripción de la realidad. perdoname si está bueno poder ir a donde se me canta el culo. y sigo: nostalgia por muchas cosas más. nostalgias sin sentido pero cargadas de significado para mí. nostalgia, porqué no, de vivir ignorando un montón de cosas. nostalgia de ser tan boludo de no darme cuenta de otras. ése fui yo. que los 90 fueron una mierda, está bien. desempleo, pobreza. pero siento nostalgia igual por esa época. a los de mi generación no se nos permite sentir eso, nostalgia. y si miramos para abajo cuando caminamos, mejor. hoy, por suerte, con el disco de oasis, la cosa cambió. y caminé con onda. relajado. sabiendo que por mis oídos entraba la nafta que encendió esos años que yo tuve la suerte de poder disfrutar. che, tan malos no fueron.

sábado, noviembre 25, 2006

 

hips don´t lie


me gustaría conocer el nivel de fanatismo que lleva a una adolescente a gastar la plata que no tiene en una entrada para shakira. acompañé a m y a una amiga suya a ver a shakira. nos dieron tres entradas de garrón y eran en la mejor posición. la vi a veinticinco metros, más o menos, en medio del escenario. la tenía ahí, como quien dice. adelante nuestro, tres chicas que no superaban los 16 y que no tenían pinta de tirar manteca al techo deliraban con la colombiana. así, varios lugares más con gente cuya idolatría por la novia del sushi boy la deja en deuda con familiares y conocidos. si me preguntás por el recital, shakira canta lindo y se mueve mejor (y al principio tuvo una actitud rocker muy copada). lástima que entre tema y tema apaga las luces y te deja pagando. muy entrecortado. cerca nuestro pasó scioli. atrás nuestro, karina olga (que m concedió que estaba muy buena, pero que sí, mira todo con cara de tonta). a la salida, nicole neuman atosigada por fans, curiosos y babosos a los que les deba besos y se dejaba sacar fotos. duro laburo el de modelo (máxime si se tiene en cuenta lo diminuta de su minifalda; qué piernas largas que tiene).

viernes, noviembre 24, 2006

 

andrés

nunca me gustó mucho calamaro. hablo de andrés, no de javier, aquél hermano que, con omar mollo, cumple el refrán de *serás lo que debas ser o serás tanguero, que con eso se curra y bien*. nunca pude entrar en la movida de andrés. nunca me conmovió. pero conozco a gente que sí, que se emocionan cuando lo escuchan cantar y que coleccionan con afán de filatelista consumado cada track del carduménico el salmón. sí, tarareo alguna que otra de sus canciones. me gustan varias cosas que hizo con los rodríguez y después. pero, suponete, la noticia de que da un recital, no me mueve un pelo. el distanciamiento hacia su obra -y su persona- se acentuó cuando todos los cronistas vernáculos lo tenían a mano a andrés en deep camboya -siempre hay que resltar *la etapa deep camboya*-. los tipos iban a ahí tanto para curiosear en la miseria de un rock star como para intentar hacerse amigo de un hombre cuyo único norte sostenía sus anteojos oscuros. y entonces aparecían esas historias de periodistas-que-son-en-verdad-escritores-pero-nadie-lo-puede-reconocer-por-más-que-sea-más-que-evidente (vendrían a ser como los mozos
que son actores), y cada nota aparecida era una alegoría del capitán willard viajando en un lanchón al encuentro inexorablemente apocalíptico con el coronel kurtz. y sí, además, qué simpático que quedaba el nombre deep camboya... y entonces aparecían esas cantatas al reviente, ése déjenlo ser como le gusta que está bien. pero, vox dei dixit, todo concluye al fin. y ahora andrés te anda tira in your face su felicidad. a fito páez, por mucho menos, lo crucificaron. a andrés, todo bien. y el hombre aparece hablando/murmurando como un dylan vernáculo (la tapa de el cantante fue la apoteosis de su mimetismo tercermundista) que es mucho más feliz desde que conoció a su novia y que ahora va a ser papá y esas cosas. mientras tanto, vivió de royalties con todos los homenajes que se le hacen. y ahora sacó el palacio de las flores. que está siendo recibido con loas desmesuradas -a mi entender- por la crítica especializada. calamaro, en el disco, es evidente, no canta bien. ya no le da la voz. pero eso puede pasar. al fin y al cabo, no será la primera estrella sin poder cantar. lo que me jode un poco es el estilo de todo el disco, una suerte de aggiornamiento hacia un costado más crooner latino, con baladitas (no es estrictamente el término, pero no importa) en las que te espeta, de nuevo, lo feliz que es y te tira máximas. ojo, varias de las canciones no están mal, en cuanto a las letras. la música, es otra cosa. al lado suyo está lito nebbia. y los pianos característicos del ex gato se cuelan por todos lados. y su voz también. y no está muy copado. pero bueno, artísticamente hablando, el disco es normal. típico vehículo para alguien que está flojo de ideas nuevas. aunque yo me esperaba muchos más rockitos, con esos punchs calamarescos que son la sal de su discografía. pero todo no se puede en la vida. sin embargo, la cosa se pone espesa cuando leo las críticas y notas ad hoc, donde ahora los cronistas-quiero-ser-tu-amigo alaban su regreso del lado oscuro, su abrazo a la felicidad entendida en el cuerpo de una mujer y no en una línea de cal. moralistas que actúan con marcada tendencia paternalista y que celebran que el hombre se haya dejado convencer por novias/colegas o lo que sea para que se haga una limpieza de estómago y espíritu. *andrés está mucho mejor*, dicen, *está limpio* y esas cosas que analizan con ojos de un progenitor putativo. *y por suerte sus amigos lo ayudan*, continúan, como si fuera un infradotado. y entonces todo lo que rodea al palacio de las flores huele a eso, a flores tiradas hacia una de las pocas rock stars que nos quedan.

miércoles, noviembre 15, 2006

 

times like this

no me fui. sigo acá. pero no hay mucho para decir. los días se acumulan en este noviembre tan noviembre como todos los noviembres de mi vida. se lucha por cosas chicas. por que te arreglen una cocina. o te pongan una luz en el baño. por la reivindicación de irán o los diez muertos diarios de bagdad. lo de las canchas no me afecta porque no voy a la cancha si no es para los recitales y ya ni eso. me pierdo cumpleaños y me anoto en noches de televisión continua. transpirás cuando dormís y una ducha fría te devuelve a la mañana para encarar el día. hay llantos en mi vida y no son míos. hay purés de papas y visitas tediosas a la guardia. ordenar placares (¿o se dice placardes?) y hacer las compras. poco más mientras en este momento, en hawaii, una ola revienta en el pipe line. quisiera ser una señora vieja para decir qué barbaridad o un pendejo de la fuba para gritar ¡fascitas! a veces me acomodo en mi realidad y sonrío ante el espejo. pero las más de las veces viajo en colectivo y me imagino arriba de un auto 0km. quiero lo que tengo pero quiero más, sería mi leit motiv ceroísta (por lo de setentista, noventista...). materialismo ilustrado de universidad privada. mercantilismo forjado al calor de las brasas de cabaña las lilas. hambre de arrolladito primavera y los california rolls. tengo ganas de viajar a nueva york. estoy muy pro yanki en todo: la vida, el cine, la comida, la guita. pero mis ánimos belicosos no alcanzan para eso. soy de la pata argento de gandhi. la columna lennon sin war & more peace. soy de los que se bancan sin chistar la cola en coto sólo porque es sábado. y no protesta -o no tiene ganas de protestar- si te quedás varado en el subte. los sábados me meten goles y no lloro. apenas y protesto. y los domingos ya me siento bien. miro a los chicos y miro a maría. y no son refugios, más bien, trincheras para salir y efectivizar mi pacifismo civil. aunque me gustaría cagar a trompadas a varios. hoy estoy así.

lunes, noviembre 06, 2006

 

veinte guitas


hagamos una vaquita y compremos a este pendejo. en menos de cinco años, lo vendemos al barça...

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