jueves, febrero 07, 2008

 

knocking on wall

lisn´t it ironic, don´t you think? esta mina alanis canta en la radio. ahora. y la estoy escuchando. con sus falsetes y todo y la imagino cabeceando cual autista. y yo cabeceo. contra la pared. le hago un agujero. y de ahí sale algo. no, sangre no. será orgullo lo que supuro. orgullo de cabezadura. orgullo de obsecado. y un poco de otras cosas. como sangrar bronca. o desesperación. y hambre [almorcé algo recién, una boludés]. leí mis mails hace un rato y la cosa no pinta bien. eso sí, te lo digo desde ya, te lo cuento para que te enteres, que se grabe: me chupa un reverendo huevo lo que pueda llegar a pensar la gente de mí; eso quedó claro hace rato, cuando decidí un par de cosas que me marcaron. sólo una persona tiene que cerrar en mi cabeza. y no escaparse si me la golpeo y me la abro. así que, listo.

 

risas

había un carnaval en oruro. pero no lo vimos. tampoco supimos qué pasó con el camión que llevaba el auto. y nos pasamos dos días en un retén oteando el horizonte entre rayos que caían y hacían estallar un tranformador y humo de un pésimo porro chileno. no se podía comer en los restoranes de ahí [y no pienso escribir el plural de restaurante]. y había que tomar agua mineral. también se podía pasear por el mercado y comprarse sombreros feos. y de ahí a seguir con el viaje. pero lo que más me impresionó fue un muchacho, un adolescente, que miraba brigada cola y se reía cuando el perro hablaba. y mirá, conminaba entre carcajadas, el perro está hablando. y ahí comprendí que muchas veces la cultura popular toca fibras interiores de las que carezco. ¿buen gusto de parte mía? no me arriesgaría a tanto. simplemente, la gracia no es un don del que me enorgullezco. porque en general me río de boludeces. pero no comparto las risas televisivas boludas. supongo, de nuevo, que es cosa mía. otro día sigo con ese viaje.

miércoles, febrero 06, 2008

 

coolio

[hasta acá íbamos bien.] [tuve que empezar de nuevo.] [esta cosa se apaga cuando quiere.] [ya nada lo puede reemplazar.] got milk? hoy le pegué al teléfono. ¿o fue ayer? no lo tengo claro. signos de senilidad temprana. como cuando quise llorar cuando vi las fotos del chico de tres años volando desde un tercer piso en alemania. hay una, en especial, increíblemente linda. y trágica. con el sol pegando de frente, los miembros al viento. y escucho el llanto, su llanto. y unos gritos y un silencio, un vacío. y seguro que hubo aplausos y lágrimas después. ya me recuperé. ¿dónde está mi frialdad ante el dolor ajeno? ¿es que, herido una vez, sangraré siempre? como si las imágines fueran aspirinas que coagulan mis lacrimales. ojo [vaya ironía], no lloro. hago que lloro. o pienso que podría estar llorando. creo que esa es la idea. sí, definitivamente no lloro. alguna vez dije que no lloraba más. pero esa era otra mentira. digo, otra clase de mentira. de esas que no molestan. de esas de las que me lleno la boca durante el día. sí, por supuesto, ya lo vi, aseguro. y lo vi, pero no lo vi vi. no vi vi tantas cosas... tantas... y otras sí. ¿y por qué phil collins [sí, ¡phil collins!] está tomando por asalto mi cabeza. ah, es por eso de when i´m feeling blue... puto el poster del cuarto de hernanii. él se acordará. yo ya me acordé alguna vez, también, de eso. siempre me acuerdo de cosas. y pienso que pueden servir. algún día voy a encontrar la mejor manera de poner esos recuerdos, de darles una coherencia. digo, ser coherente y tirarlos al tacho. vi vi. vi sin ver. ver porque vi. nada más que eso. semántica del orto [¿es la semántica, no?] tengo una fan. para vos. que no sos vos pero sí sos vos y vos sabés quién sos. aunque creas que esto no es para vos. sí, cómo no vas a ser vos. ahora me voy. a dormir. y entonces, a cerrar los ojos. "As I walk through the valley of the shadow of death/ I take a look at my life and realize there's not much left", etcétera [¿alguna vez conté sobre mi obsesión por escribir la palabra etcétera en vez de su forma abreviada?; bueno, para la próxima].

domingo, febrero 03, 2008

 

fronteras y bkf

estoy a punto de encarar un típico domingo calixteño, incluido una excursión a los indios ranqueles o, más bien, a los pagos de un ex pantanal devenido en urbanización moderna, cara e inspiradora de publicidades de prosegur, vw polo/gol country, cloro y pilates. pienso en otra gente, en otros modernos, modernos más en sentido moderno urbano chic de cotillón, con paredes blancas en su casa, con un símil de bkf en un living de mesa ratona de vidrio o madera al tono de las paredes, de reloj de agujas grande en su cocina blanca, con libros repartidos por todos lados y leídos porque hay que leerlos y discos de jazz y de tanto y de chill out y de calamaro y de kevin johansen y de jorge drexler [aunque más escondido] y de zitarrosa por si alguien se le ocurre preguntar quién es y de musicales [porque soy metrosexual y no le temo al ridículo] y de christian castro porque convivo con mi novia. y ahí llegamos al punto. a mi novia. esa que está enamorada de la idea de vivir en pareja, esa que está enamorada de la idea de estar enamorada y de vivir en pareja, esa que todos los domingos me arrastra a su casa familiar de barrio de casas bajas y viejas en la vereda [que todavía los hay] y que para llegar hasta ahí hay que viajar en esos colectivos de números raros que nunca se ven por el centro, esa novia que me insiste en visitar a mis viejos de vez en cuando sin saber que cada cuatro horas, promedio, recibo una llamada de mi madre para ver si a) estoy bien, b) cómo está mi novia, c) qué se comenta sobre el el gobierno k, d) cuándo venís a comer un asado, e) me encontré con un viejo amigo tuyo del club y está casada y tiene tres hijos y atiende la fotocopiadora del suegro y f) etcéteras varios. pero antes de salir al útero barrial que nos cobija a la sombra de un mantel de plástico comprado en el chuy aquél año que conocimos punta del este pero que no nos gustó porque había mucha ostentación, quizás salimos los dos a buscar un par de cosas cerca del departamento. quizás fuimos al coffee store a tomar café y garronear diarios. o quizás fuimos a un café martínez, aunque son muchos los viejos ahí y conseguir leer la nación es tarea imposible pasadas las 8.30, o quizás uno de esos de una cadena que ya ni me acuerdo el nombre en la que de vez en cuando hay noticias, o quizás fueron al chino de la vuelta, porque siempre hay un chino a la vuelta, y yo voy en ojotas y traje de baño porque soy así y vos como si me quisieras demostrar que acabás de volver de la playa y por eso todavía andás en bikini, ojotas y esos anteojos negros que te acompañaron durante los siete días junto al mar. no compran mucho. ni siquiera cuando están en carrefour. no tienen porqué hacerlo, están de novios. las compras de supermecardo son tan cortoplazistas como la idea de que si un día la cosa ya no pinta más, puedo salirme si quiero. y por eso ella se lleva sus milanesas de soja [siempre se lleva unas milanesas de soja, por más que junten hielo en el freezer] y él una botella de vino porque hay que tomar vino en el decantador que me convencieron de comprar en una liquidación de okko porque okko tiene todo lo que una pareja de novios puede desear para su casa blanca o con aspiraciones de contar en un chez lounge de diseño. y si no tomaron el café compraron clarín, comieron tostadas con mendicream y salieron para sus pagos. eso sí, el momento justo en el que, dentro del colectivo, cruzan esa avenida particular, esa que delimita el barrio, su barrio, ya nada es igual, se transforman. se descontracturan. se vuelven a su estado natural. es su ámbito. y ya bajan cancheros. y buscan los milestones de su infancia y de su adolescencia, y miran con simpatía la esquina donde está la panadería de siempre, esa en la que alguna vez apretó con otra novia, esa cuyo escalón de la puerta sirvió como improvisado sillón para tarde-noches de insomnio en la que se contaban planes de grandez eterna con amigos, esa en la que meaba de vez en cuando llegaba borracho y no podía aguantar. y se bajan contentos. y al bajar también se dan cuenta de que han vuelto a agarrarse de la mano, a caminar de la mano. porque al fin y al cabo están de vuelta en casa y qué bueno sería que hoy se coma asado piensa él y mi mamá se va a poner contenta piensa ella. lástima que, una vez que entran en la casa de ella, vuelven a transformarse, a convertirse en los conquistadores del palermo no sé qué. porque, mamá, no importa con qué lavo la ropa, si total la mando al laverrap y él, ahora, está escribiendo unos artículos sobre el iphone y gracias a dios, piensa, finalmente me vino, porque me mato si el güevón este que se pasa el día en la play me deja preñada y sí, mamá, todo bien, el laburo bien, ay, papá, qué se yo cuándo voy a tener hijos, no seas pesado.

viernes, febrero 01, 2008

 

autobombo

calixto salió en clarín. o sea, salí en clarín (edición impresa, sin link internético). en la parte de deportes. colado en la nota del diego. doy para todo. y salió porque entre las costumbres pelotudas que tengo figura la de meterme en foros de diarios de aguera y dejar comentarios como si fuera local. bueno, ayer, después de dejar mi comentario habitual en marca (haciéndome el español y puteando contra las guarradas que ahí se dicen) me fui al sun y dejé el comentario como si yo fuera un inglesito más. ¿hay forma de comprobarlo? no tengo idea. supongo que mi palabra debe ser suficiente. o si quieren les paso después mi password y nick para comentar en ese foro...

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