sábado, diciembre 08, 2007
la vida no siempre resulta como la planeamos y eso, precisamente, es lo que la convierte en una vida. uno puede hacer mil bocetos, perfeccionarlos hasta tener un número 1 en la calle. pero con el correr de los días el formato y, sobre todo, el contenido, irá variando, adecuándose a las contingencias del mercado, a la vida misma. muchas veces las cosas salen bien. otras no. y a veces hasta hay que cerrar lo que estabas haciendo para empezar a escribir un nuevo capítulo. a veces pasa. el tema es cuando no sabés cómo cerrar ese capítulo. o, mejor dicho, cuando no lo querés cerrar porque sabés que esa vida tiene potencial. que tiene mucho para dar. pero los números no cierran y tenés que hacer algo drástico. ¿qué hacer, entonces? ¿tirar la toalla? ya tiré demasiadas veces la toalla. no lo quiero hacer de nuevo. quiero insistir hasta que acabar sin una gota de tinta. no la tenés fácil, chiquita, pensás. y querés que todo camine. querés construir algo que dure. sí, espero que dure. y si bien todo esto no estaba en los planes, confío en que podré amoldarme a las circunstancias y sacarlo adelante. solo, si querés. o acompañado. está en vos.