viernes, agosto 31, 2007
son los sms, estúpido
en dos horas y quince minutos hago una presentación en una empresa para ver si puedo ser yo el motor de un negocio. de funcionar todo bien, o sea, de llegarse a un acuerdo, será un pequeño paso para la humanidad, pero un gigante salto para mí. ¿nervioso? algo, el cuello me duele, estoy medio duro y no sé si estoy vestido de forma correcta. ¿importa todo esto, sobre todo lo último? en mi anterior trabajo, la forma en que yo me vestía era lo de menos. la verdad que he llegado a entrevistar a gente interesante de forma zaparratrosa. ahora, en cambio, me mudé al mundo de los negocios y, según pude entender, a menos que seas bill gates, steve jobs o (latinoamérica adelante) carlos slim, tenés que seguir un cierto dress code. espero haber captado la onda. sin más, y esperando realmente que las cosas me salgan bien, me despido (por ahora) hasta el próximo boletín.