viernes, agosto 24, 2007
back for more
y un día volví. nunca me fui, me indica mi yo nostálgico. pero es que da una fiaca. para colmo, me había puesto exigente. digo exigente pero más bien es... pajero (la calidad nunca se destacó en este espacio). la vida, digo de nuevo (grande dorio que impusiste el *digo*), transporta a calixto por carriles interesantes. vía rápida para algunos. autopista con peaje para mí. es que, después de 10 años, dejé el diario. me fui. de un día para el otro casi. es que surgió una propuesta que no pude rechazar. básicamente, me doblaban el sueldo (en verdad más, poquito más). pero, por sobre todas las cosas, dejaba de ir a un lugar que se había convertido en un especie de cadalzo para mí. me había hartado y necesitaba ese empujón. ¿lo busqué? no sé, creo que no. pero me fui igual. y encima en el diario me dieron guita. no la que yo creo que merecía por tantos años trabajando para un negrero, pero no me quejo. el aire en el tupper del décimo piso de la calle ugarte, por consiguiente, es más respirable. mucho más respirable. el décimo piso de la calle ugarte está entretenido. nubes siempre hay, algo lógico si se piensa que estamos más cerca del cielo, pero las tormentas, al menos a mí, ya no me asustan. ya hubo granizo, sé lo que es, estoy preparado para otras piedras. me la banco. sí, ahora camino con la frente en alto. y con lo oídos ocupados. me compré un ipod. un ipod de 80 gigas. y de a poco lo voy llenando. estoy contento. ojo, no fue con la guita del diario ni con mi nuevo sueldo. digamos, para volver a hablar sobre los efectos meteorológicos, el resultado de una negociación celestial, que hasta involucra ánimas que no están en pena, sólo las que han quedado en la tierra. mientras tanto, los niños siguen creciendo. el mayor consiguió una vacante en un colegio de belgrano y allí pasará el resto de su infancia y adolescencia, si es que no lo echan, si no me mudo de jurisdicción y, bonanza económica mediante, nos da el bolsillo. la segunda, en cambio, sigue estancada en su mutismo de tres palabras: papá, mamá, agua. de ahí no se mueve desde hace un par de meses. ¿y quién quiere que se mueva de ahí? nota mental: la tengo que hacer guita. quiero que me escriba la gente de elenquitos solicitándola para propagandas y patito feo. hay que explotarla. la vida, por lo demás, se reparte entre el trabajo (todavía no hay que dar muchas precisiones, pero vale decir que dejé el sistema dos de la computadora del diario por el windows; sí, es un avance), el décimo piso y un humor mayor, justificado por una persona que trabaja en casa y se queda los viernes a la noche para que pueda salir con la mrs. y, además, la eventual práctica de algún deporte. el de cabecera, además de dormir, comprende el tenis. no soy bueno. soy un esteta. y todos saben que los estetas se mueren pobres y sólo años después se les otorga su mérito. cuestión que juego al tenis y pierdo. siempre. siempre. y por paliza. no me desespera esa situación. me da un poco de pena por los rivales. pienso que a veces tiran la guita por jugar conmigo. pero, en el fondo, no me preocupa, alimento su ego por el costo de un rectángulo de polvo de ladrillo. mientras tanto, aquí, en buenos aires, una nueva vida comienza. hay elecciones, tanto reales como televisadas. siguen habiendo payasos pero no me hago más mala sangre. ah, y me olvidaba lo mejor: no viajo más ni en subte ni en colectivo. sí, al trabajo voy caminando. eso es lujo. yes sir. 15 cuadras de ida, 15 cuadras de vuelta. who can ask for more? lo que sí percibí es que el universo blogger ya no es el mismo. se siente distinto. se habla y se escribe distinto. o soy sólo yo que soy un vago de mierda. pero ya no existe más un blog como tp. hasta el críptico a veces monolingua dejó de existir. rollo le mete pilas, pero la chispa le falta. hernanii está peor que yo. lola vive de regalías y lo más divertido es minutouno.com. así estamos. bueno, creo que por hoy fue suficiente. algún día seguiré con el resto.