calixto

no soy radical. creo que de eso, no cabe duda alguna. pero me da pena cómo el partido centenario, cuna de grandes intelectuales y prohombres de la patria, impulsora de la clase media y demás, haya sucumbido a las formas más pueriles y humillantes para la financiación de la política. por caso, el comité radical crisólogo larralde de paseo colón casi chile, decidió que era ocioso mantener un frente tan grande sin sacarle rédito y por eso, tras la creación de una comisión de análisis de la situación económica del local (casel), la deliberación del ente autártico del frente de local (eafl), los debates sobre el uso del espacio común encarado por el departamento de ciencia y divertimento de la juventud radical (dcdjr), la presentación de un proyecto de resolución interna con respecto al mencionado frente, la creación de una nueva comisión de análisis de la situación económica del local (casel bis) y sus consecuentes debates y votaciones, resolvió que era menester para mantener las finanzas al día, la instalación de un minimaxikiosko a la calle. así, donde antes se lucían un par de afiches proselitistas en un inmenso ventanal a la calle, que dicho sea de paso siempre estaba cerrado no sea cosa que alguien se entere de que ahí hay radicales, ahora está dicho minimaxikiosko que, a juzgar por la jeta de quienes están ahí, está atendido por sus propios dueños. de esta forma, el correligionario vocal titular de la casel bis tiene el turno mediodía, mientras los muchachos de la juventud radical (línea interna jesús rodríguez fuiste el mejor ministro de economía) se esparcen pintando banderas con las caras de alfonsín, moreau y margarita. mientras tanto, los demás asisten a la clase en donde les enseñan a diferenciar entre irigoyen e hirigoyen. che, si los radicales necesitaban algo más de guita, la hubieran pedido. yo algo les prestaba.
[ah, rápidos de reflejos, las deliberaciones sobre qué hacer con el frente del local comenzaron ni bien fernando partió en helicóptero a la posteridad.]