calixto

será que, como vienen pasando desde hace cinco años, las proximidades y postrimerías del 20 de diciembre me ponen un poquito de mal humor. y mejor no desperdigarlo. ya tiré mucho odio por acá y no quiero empezar de nuevo a manifestarlo. no sé, eso de festejar un golpe de estado pergueñado desde el conurbano, me parece muy choto. mejor refugiarme en los recuerdos que acumulé estos días, como el tercer cumpleaños de francisco o la primera vez que rosario mojó sus pies en el mar el fin de semana pasado (y que no quedó registrado en fotos). para esas cosas, existe mastercard, digo, para pagar la máquina, el viaje a mar de las pampas y todo eso. ahora me meto de nuevo en mi ostra y hasta después de navidad, esa fiesta que tampoco me dan ganas de festejar.