domingo, junio 11, 2006

 

reflexiones

entre tanto deporte -también estuve viendo la victoria de los pumas contra gales- casi me había olvidado de ver los diarios. hoy, a las 8.06, salí a comprar perfil, más como ritual como por auténtico convencimiento de lo que estoy comprando. a los amagues iniciales le ha seguido una modorra insoportable en donde el columnista estrella es ¡pepe eliaschev! ¿no será mucho? al perfil casi lo ojée durante el match del maxima´s team, y ahora ya me cuesta volver a agarrarlo. y entonces me voy a la nación y leo en la tapa: "cincuenta piqueteros cambiaron la calle por los sillones del poder". la nota sólo da cuenta de los piqueteros que trabajan bajo la órbita k pero yo entiendo a los de la nación. con esta clase de cosas se aseguran, por lo menos, un caudal de una o dos cartas de lectores por día de gente que, indignada, nutra esa columna que, desde hace mucho rato, sólo está plagada de *polémicas* idiotas sobre el origen de las bombachas de campo o la conveniencia de llamar don segundo sombra a los antipremios de la tele. obviamente, también aportarán su visión positiva a los piqueteros k algún que otro pogre de barrio norte y/o exiliado en europa (al que le encanta consignar el cantón suizo en el que vive en vez de poner berna, por ejemplo) que, cuando se reúnan a fin de año a intercambiar ipods o xbox bajo el árbol de navidad, podrán ufanarse ante los carcamanes de su flía que ellos también tienen conciencia social y a seguir chupando, che, que hay que festejar. por lo demás, la nación compró a lavagna como candidato (¿candidato a qué? che, ¡es lavagna!). eso fue una jugada de fontevecchia con su nota extensísima en perfil, su diario (íntimo), ése en el que si no sale su nombre en su columna es porque él no la escribió.

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