miércoles, mayo 03, 2006
misión repleta
ayer vi misión imposible iii. fue en una de esas privadas masivas, de esas a las que van todos los integrantes de las secciones de espectáculos de todos lados, sin excepción. y en las que se escuchan siempre lo mismo. con la seguridad de saberse anticipados a la gran masa, estos muchachos y muchachas (un día hablaré sobre la alta proporción de mujeres feas entre las críticas, salvando un par) se la pasan comentando su suerte, pero con desgano. se los ve como si fueran una manga de condenados a muerte. nadie puede mostrar entusiasmo. sería confirmar el cholulismo innato ante un tanque de hollywood. no, para entusiasmarme me vi una retrospectiva entera de kiarostami en el bafici. acá venimos a ver qué hace tom-come-placenta-cruise. y me burlo. y me junto con mis amigos. ahí está la inteligencia. por ahí, los internéticos. al lado de los churros, las feas y feos (porque sí, son feas y feos) y que corresponden a revistas de mierda, programas de radio de mierda y otras cosas de mierda (estoy siendo extremedamente prejuicioso y me la banco). hasta yo tengo mi grupito. y entonces pasamos a la sala. donde nos sometemos entre risas a una revisación exhaustiva de nuestras pertenecias: nos pasan un detector de metales, nos revisan mochilas y bolsos. y se fijan que no tengas cámaras y te analizan el celular. después, cuando empieza la película, un tipo se aposta al lado de la pantalla y registra todo con una cámara infrarroja. jaja, deciles que la película ya se consigue en parque rivadavia. y que hace un mes y medio está el código da vinci. la película pasa -está bien, vale decirlo- y a la salida nos vamos con cara de acabamos de soportar una muestra más del circo. sí, pero cómo les gusta participar. y todo esos que ayer abarrotaron la sala del hoyts hoy estaban ausentes en el cinemark y tuve que soportar casi en soledad la porquería de ritmo y seducción, con mi admirado antonio banderas.