domingo, febrero 05, 2006

 

una crítica

pensé muchas formas de encarar el siguiente post. lo vengo meditando desde el jueves que apareció secreto en la montaña. la hipótesis, más o menos, sería hablar sobre el gatopardismo de la crítica local, a la que no hay poronga que le venga bien (acorde al tema tratado, quizás). encimismada en la contemplación de su ombligo, muchos colegas son incapaces de pensar en otra persona que no sean ellos.
y cuando digo esto me refiero al sujeto en particular que escribe y a los compañeros de privadas con los que se juntan, toman café, comen medialunas y churros y una cosas horribles con dulce de membrillo y luego despotrican contra cualquier título que no esté de acuerdo al canón establecido por su pedantería. ese que les lleva a reconocer que una película es buena, pero que al mismo tiempo dejan sentada la salvedad que ellos están más allá del fenómeno que implica y que, por lo tanto, y en resumidas cuentas, son apenas obras menores que no signifarán nada mañana.
ok, en esto estoy de acuerdo, pero más por la sensación siglo xxi de que todo fluye, nada permanece, que por carecer de méritos para ello.
entonces deben marcar su terreno, aclárandole al lector que él elogiará lo que viene más porque *entiende* al lector que porque lo desea. si por él fuera, inundaríamos la pantalla de películas de todd solondz, abbas kiarostami, wong kar wai, etcétera.
todas muy lindas, sí, pero lo cierto es que con esas películas no se diverte.
sí, se retira de la película tras la litúrgica lectura de los créditos finales, cual si fueran avisos parroquiales y a los que presta tanta atención como cualquier feligrés que está pensando en salir cuando antes para ir a comer algo.
lo tenés que ver en cambio cuando pasan una güevada, de esas que llevan mucha gente a las salas y que hacen rico a una estrella de hollywood. sí, jajaja, qué cago de risa... y viste que es de madera y jajajajaja de nuevo. ahora, cuando leés lo que escribió al respecto, la risa que le provocó no está ahí en su escrito. si al menos divirtiera al lector como él se divirtió, estaría bueno y en el proceso podría hacerla mierda igual. pero no, le espeta una monserga de lugares comunes del agravio que después, en otro desayuno de otra privada, explicará a sus contertulios que sí, tal vez se me fue la mano, jajajajajaja, pero qué querés si la películas era una mierda y jajajajajaja...
pero su mayor problema no es ese. no señor. su problema aparece con secreto en la montaña. que, encima, viene de un director al que le hemos palmeado la espalda con cabalgando con el diablo, con hulk y, cómo no, con la mierda esa de el tigre y el dragón.
mi querido ang lee, parece decirle en su crítica, te vendiste, papi. bueno, no lo hiciste per sé, pero cuando vi tu película nominada al oscar y a vos como director y hugh ledger como actor no pude más que sentir que me engañaste, que saber que ahora preferís el brillo del oro a la oscuridad del culto me pone mal. eso sí, con santaolalla no me meto, porque es argento y es lo único que tenemos, ya que otro mimado mío, fabián bielinsky, no pudo ser comprendido por las mentes obtusas de la academia, que siempre quieren premiar a películas del orto. volviendo a vos, ang lee -le escriben éste y otros pares del palo- mejor que te bajes del caballo, que vuelvas a hacer el banquete de bodas que es algo más sustancial para tu carrera. el hecho de ser nominado al oscar te desprestigia, papi, y vos ni enterado. pero ojo, no soy un cerrado y reconozco que hiciste las cosas bien, entonces escribo algo como esto: (la película) "es, de todas formas, una apuesta sin hallazgos de características revolucionarias que vayan a cambiar el curso del cine norteamericano después del aluvión de estatuillas, aunque es cierto que, por otro lado, tampoco deja demasiado margen para objeciones o cuestionamientos importantes. Así, con apuestas por la tolerancia y por un cine cuidado, sin efectismo ni golpes bajos, se consiguen buenas películas. Pero estos atributos no aseguran por sí solos el status de gran cine propio de las verdaderas obras maestras" (diego batlle, para la nación).
y ahora vuelvo a hablar yo, calixto: ¿"una apuesta sin hallazgos de características revolucionarias"? hacer una película con el timing de ang lee, convertir una historia como esta en cine main stream, hacer de heath ledger una persona que, si gana el oscar honraría a los premios por lo bien que está, hacer que cualquier cuadrado picapiedra como yo pueda conmoverse por un par de cowboys gays, provocar todo esto, mister diego batlle, es un logro con características revolucionarias. estéticamente no revolucionó. pero estéticamente esta película es un nueve o un diez. pero no, vos no podés reconocer las cosas, porque eso sería engañar tu sentido snob de las cosas. entonces, en la misma crítica, ponés cosas como "Heath Ledger y Jake Gyllenhaal sostienen el relato con bastante convicción (el primero más que el segundo), pero no son lo mejor" (del elenco). porque de esta forma estarías aplaudiendo la actuación de un actor fachero. pero como vos entendés de cine, te fijás en el reparto, y ves que está randy quaid, un gran actor sin dudas, pero que en la película no está mejor que ledger, porque no es su deber; está acorde con el nivel total de la peli. pero vos seguís en la tuya, marcándole al lector de barrio norte que el norte fílmico es un barrio de pocos habitantes. y decís, por lo tanto, lo siguiente: "se destacan más algunos secundarios (como el capataz que interpreta Randy Quaid)". nunca explicás el porqué de esta afirmación.
aunque quiero volver a la primera cita de ese último párrafo que cierra su crítica: lo que más me molesta es el "de todas formas". ¿de todas formas qué, pelotudo cagón? te la pasaste diciendo que estaba todo ok, que secreto en la montaña pasaba tu filtro especial 1.8 contra bodrios de hollywood y me venís a decir en el último párrafo que "de todas formas" esta película no te cambia la vida, no cambia la forma de hacer cine. ¡por supuesto, imbécil! no te va a cambiar la vida. nada más que pasaste dos horas siendo partícipe de una historia que vale la pena ser vista, como un buen libro vale la pena ser leído, como un buen disco vale la pena ser escuchado... "de todas formas" mi culo, forro.
me gustaría que muchos de los directores a los que adorás se animaran alguna vez a hacer una película que "de todas formas" no cambien la cultura cinematográfica mundial pero que, sin embargo, te deje algo para comentar cuando estás saliendo de la sala mientras buscás un cigarrillo.
me la agarré con vos porque sos la cara más visible. también pablo scholz, un tipo que siempre buscar quedar bien con el público medio, se atajó: "La pena es que Lee, tal vez por aquello de no pasarse de la raya, no profundiza más en la relación entre Ennis, ya casado y con hijo, y Jack, esposo de una niña bien", dice como para dejar en claro que él también tiene sus reparos.
ojo, y acá finalizo de una puta vez: no es que escribo esto porque estoy con bronca que ni a batlle ni a scholz le gustó secreto en la montaña. les puede parecer una mierda en lo que a mí respecta. es porque les gustó y no lo quieren admitir. es porque tiene todo lo que siempre han deseado ver en pantalla y no se lo bancan. es porque su pedantería les jugó una mala pasada. es porque se quieren más a ellos que a las películas que critican.

Comments:
calixto: fuistes muy hiriente en matar las tres amigas hace un tiempo, muy atinado ahora sobre el critico sabelotodo.
 
epa! bien por el cambio de template, ilustra otros cambios?
beso,
m
 
El snobismo es una forma de ocultar la propia ignorancia: Atener los gustos a pautas ajenas.
 
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