calixto

agua, mucha agua. eso es lo que había *dentro* del tupper del décimo piso de la calle ugarte cuando me desperté. la lluvia entró por las ventanas sin cerrar y mojó bastante de este cuarto, el de la computadora. la máquina no sufrió daños. sí se empapó un grabadorcito que anda por ahí, sobre una mesa igual de mojada y varios discos desperdigados por el suelo. también mi colección de revistas rolling stone, aunque no me dio pena eso. pero lo peor estaba en el living. el sillón, con charquitos. en medio, casi flotando, el control remoto... ¡horror! un borde de la tele, ídem... ¡espanto! rápido, a ver si funciona o no. después de secar bien el agua del enchufe, la prendí. funciona. respiré. pero no así el control remoto. tiene agua adentro. y lo puse a secar. recién funcionó bien hace un par de horas. antes, prendía y apagaba la televisión a su antojo. estuve realmente preocupado. no quería convertirme en una persona sin control remoto. mi vida pasaría a ser miserable. pero esos fueron pensamientos de más tarde. porque a la mañana aproveché un claro en el cielo y me compré perfil, con su título onda point break, que hablaba de los 50 palos verdes que, dicen, se afanaron del banco río. qué día el viernes. im pre sio nan te. pobres pibes, pensaste. y, la verdad, lo de pobres lo confirmé el sábado a la noche al conocer a un damnificado. ya vendrán tiempos mejores, se dice en situaciones así. pero seguí leyendo perfil, que viene decayendo bastante; ya ni siquiera te genera expectativas. digamos como dato saliente que pepe sigue boludeando con su tema, se rasga las vestiduras, y encima le dan una nota para que hable con un pendejo del economist y la gasta hablando de sí mismo (bueno, más o menos). no, pepe, me estás aburriendo. y encima nelson por primera vez parece contestar algo... pero queda en el amague. y se hizo más de día y se despierta f. que me cambia al fútbol y me pone los rubbadubbers y se acabó mi domingo tranquilo. pero se porta bien y sólo falta m. y así, la familia unida queda confinada al tupper. y se mira las caras y gusta de lo que ve. el chico por ahí, dando vueltas. subido al sillón, mirando tele, corriendo hasta la cocina, con un autito en la mano, hablando boludeces y otras no tanto, almorzando tranquilo y jugando, todo el tiempo jugando. y de repente escucha la canción de barney y viene y te abraza. con m la cosa también funciona. yo desconfío de estos días. te obligan a una convivencia algo angustiante. pero sus ánimos están aplacados. los míos también. y no nos molestamos. al contrario, andamos preguntándole al otro si necesita algo. ah, la vida en familia. y entonces me busco algo para hacer. y me pongo a ordenar discos. a guardar booklets en sus respectivas cajitas y cosas por el estilo y a hacer una selección de lo que i really really like y lo que podría llegar a regalar porque, definitivamente, es una mierda tremenda. y tengo muchos discos de mierda. porque me los regalan en el diario. mucha bandita argentina que no junta una canción decente. otras boy bands de afuera que merecen el cadalzo. y siento placer por mandar al futuro ostracismo a gente como mambrú, o westlife, o holy piby (es de acá), o zully goldfarb (también argenta) y más y más *artistas* del estilo. como si todos quisieran demostrar que es tan fácil grabar un disco pero que, quiéraslo o no, la magia sigue siendo que alguien se interese por vos. y al ostracismo marchará en un futuro próximo gente como kenny g, caballeros de la quema (siento un placer especial en esto), 9 luigis, e o chán (o algo así), daniel mercury, the beats, airbag, banda eva, manuel wirtz y muchos, muchos otros. más o menos los descartes deben andar en los 150 discos, a ojo de buen cubero. después de hacer esa revisión, comencé a reclasificar el stock restante. y me di cuenta de que los discos que de verdad me gustan, son pocos. tengo como 600 al cuete, porque hay un tema que me gusta o por lo que pueden significar. serán, finalmente, 300 o 400 los que me gustaría que quedaran para la posteridad, para que f vaya cultivándose musicalmente para cuando se convierta en estrella de rock. tengo que empezar a esconderle todos los discos de barney, piñón fijo y demás sandeces y meterle otras cosas. que vaya aprendiendo. y tengo sueño. en otro momento hablaré sobre el ventilador de techo que le instalé ayer con ayuda de mi suegro. que hace ruido, como todo ventilador de techo que se precie. y que costó alrededor de seis horas netas su instalación. terrible, con mucho calor. y mucha humedad. especial para un día como hoy.