calixto

no sé qué esperaba. pero ayer vi mi primera película del año, una con robert redford, morgan freeman y jennifer lopez. me levanté temprano, como viene ocurriendo desde principios de 2006, y creo que en algo me ayuda el hecho de estar despabilado a las 8 de la mañana. todavía no encontré en qué precisamente, pero bueno, ya vendrá con el tiempo. estoy, eso sí, aguardando que se me aplaque el típico deseo por-salut de salir a correr a la mañana. no way, josé. volviendo al tema del cine, se demostró una vez más que la profesión de crítico de cine, si es que es una profesión, es una de las menos glamorosas. sólo faltaban unos pocos habitués de privadas. todos los demás, como siempre, ya estaban en el abasto cuando llegué, engullendo las medialunas y tomando un café tras otro. sí, algunos nombres estaban ausentes, quizás por vacaciones, pero en general la media se mantuvo. y el lunes seguramente vea a todos porque muestran una típica película en la que aparecen personajes de todos lados. y llegué, entonces, me senté con el grupete de siempre, y nada. algunos asombrados por mi corte de pelo y mi afeitada. pero eso duró lo que un soplo. y ya estábamos enfrascados en otras cuestiones más importantes, como la salida de pusineri de independiente o la performance de gaudio en perth o la calidad del café servido o las virtudes del culo de jlo que veríamos en cuestión de minutos. life goes on, como cantaba poison en los 80s. i know, estoy muy 80s últimamente en materia musical. el otro día, de un saque, revisé el catálogo completo de now that´s what i call music desde 1983 hasta 1991 y bajé alrededor de 78 temas de la época y me congratulé por contar ya en disco con otras tantas. no sé, fue como un buceo en el pasado, recordando canciones y, muchas veces, ubicándolas en determinados momentos de mi adolescencia, como para saber dónde las había escuchado. si bien muchas se repetían en varias fiestas y cosas por el estilo, creo que tenía identificadas varias con momentos puntuales. las que no respondían a fiestas determinadas, me transportaban a la casa de hernanii o la de otro amigo, pero más que nada a la de nuestro cronista en niúiorc, en especial, cuando aparecieron los nombres como housemartins y transvision vamp. qué banda esta última. otras, venían de la etapa rockera de un amigo que ya no está, donde podríamos ubicar la de poison y de varias otras exponentes del hair metal en leotardos (sí, puse leotardos). ¿dónde quedó mi adolescencia? perdida en las calles de tierra de la horqueta, transfiguradas por tantos viajes a don torcuato en colectivo, enrosacada en las típicas fiestas de entrecasa con luces negras y una bola de cristal, en recitales escolares, pateando tachos por la avenida libertador o caminando a destajo por márquez hasta blanco encalada. a veces con frío, otras con mucho calor. escapándonos en el auto de un chico que vivía siempre "en cana". ratéandonos del colegio para salir a navegar. y con gente, siempre, rodénadome. feliz inconciencia. y de ésa época, hernanii es la constante. el chico que ya no está, precisamente, ya no está. y los otros fueron desintegrándose de mi memoria a medida que fui creciendo. no creo que haya sido como en stand by me, pero se le acerca bastante, aunque nunca nos fuimos de excursión en tórridos veranos a buscar cadáveres. pero sí íbamos a zelaya en tren, por ejemplo, si bien no es lo mismo. todo un revival que mejor paro acá.