lunes, enero 02, 2006
noches de vigilia
lunes 2 de diciembre, 9 de la mañana. tomo un café que, en parte, alivia mi dolor de garganta. el año empezó achacoso para la familia del tupper del décimo piso de la calle ugarte. y cuando digo achacoso me refiero a su peor expresión: el niño f se siente mal desde hace un par de días y a las 7 am de ayer, 1 de enero, comenzó a berrear, afónico, desde su cuna en la tranquilidad de pilar. con m nos preguntábamos qué hacer. una hora más tarde, como f no quería parar de toser, tuvimos que llevarlo a la guardia del hospital austral. así que, ante un niño médico con los ojos colorados, y después de ver a 007 en la mira de los asesinos en la tele de la sala de espera del citado nosocomio (tenía ganas de decirlo así), nos enteramos de que f padece de algo que se cura con 25 gotas de un líquido viscoso y rosa que se empecina en escupir cada vez que intentamos que ingrese en su organismo. y f siguió así durante todo el día, medio a los gritos y a las toses, y anoche pasó lo mismo y a las 3.30 am, después de escucharlo llorar y toser por hora y media, decidí que durmiera conmigo para así yo no pegar un ojo por mucho tiempo y hoy, como si nada, se despertó como siempre. él se siente mal; m se siente mal ; yo me siento mal. feliz año nuevo. decí que el 1 a la madrugada, antes de inaugurar el año a los gritos, dejó que sus padres se entretuvieran con arrumacos de carácter sexual. como para empezar 2006 con un buen promedio. iupi. por lo demás, estos últimos días estuvieron signados por la familia política y sus riquezas y miserias, que permitieron descubrir en mí que a veces mi paciencia es muy limitada y otras es enorme. la buena noticia es que no me puse en pedo el 31 a la noche. medí mi consumo etílico y no le hice pasar vergüenza a m. qué considerado. una noche en la que descubrimos una competencia de fuegos artificiales en golfer´s, country lindero a mi refugio en pilar y desde donde provenía una impresionante parafernalia de cañitas voladoras y juegos de luces, de esos que te hacen pensar, primero, en guau, mirá qué interesante, y después, guau, ese seguramente se gastó mi sueldo de cuatro meses en menos de quince minutos explosivos. el derrame de k, quizás. poco de envidia y otro tanto de maravillarse como un niño por esas boludeces. de todo un poco, sí. feliz 2006, tendría que poner a esta altura. sí, cómo no.