calixto

yo, si bien voto en los suburbios y pasé la mayor parte de mi vida allá, me considero tan porteño como cualquiera. es más, cada vez que me topé con alguien del interior me indentificaron como tal, y no como bonaerense. a qué viene esto... bueno, que para mí no fue "desagradable" encontrarme con el obelisco envuelto en un forro gigante. esto viene a cuento de la editorial de la nación del miércoles que comenzaba con una falacia: "los porteños tuvieron la desagradable sorpresa de encontrarse con el Obelisco enfundado completamente por un enorme preservativo rosado". a lo sumo, quizás algo de indiferencia porque, finalmente, alguien se animó a hacerlo. aunque no me refiero con esto a una medida arriesgada, corajuda, sino que alguien se animó a hacer realidad miles de chistes que han tenido como eje el obelisco desde, seguramente, su creación. y podés ser católico, musulmán, judío, evangelista, agnóstico o bombero. pero cuestión que no debe existir varón que no haya jodido alguna vez con ponerle un forro al coso ese. que las explicaciones que se dieron al caso fueron estúpidas ("hace foco en el placer y el cuidado personal. Elegimos un símbolo de Buenos Aires, como el Obelisco, para causar un fuerte impacto en la sociedad"), tá bien. es verdad. quizás era más fácil decir che, mirá, una buena forma de cuidarse del sida es usando un forro. así que ponételo. pero bueno, cuestión que no me importó. y punto. y como yo le debe haber pasado a miles de personas. no jodamos. si el forro se lo hubiera puesto christo, otro sería el cantar. pero se le ocurrió a un político. y ya que estamos en tren de darle, le damos. en suma, no jodió a nadie. así que no jodas. y, encima, la editorial aparece seis después del hecho. ya todos nos habíamos olvidado de eso. ganas de joder, supongo.