calixto

siempre fui fan del noble repulgue. fueron las primeras empanadas fritas (antes de que se llamaran suflé) que me gustaron desde que comía las de la jaula, de shanishidro, sobre 9 de julio. siempre los defendí en todo momento. sobre todo cuando había que competir con otros sobre a qué empanadería pedíamos. a brazo partido luché para que no se impusiera sólo empanadas en el imaginario delivery sólo porque las traían con las letras de los gustos impresas en el lomo. siempre te banqué, noble repulgue. entonces, cuando m pidió dije, volviste... para qué. a la hora y diez de haber llamado, llamo yo. no, que la supervisora me pasó el horario estimado. que la moto sale en veinte minutos. que entonces ni en pedo, digo. y te la mando cuando llegue la moto a esta dirección. que no, que no es mi dirección, retruqué, que es esta. ah, bueno, gracias. y a la media hora que vuelvo a llamar, bastante más enojado y con mis suegros en el otro cuarto (escritorio lo llamo yo, porque está esta computadora). y que ahora te llama la supervisora para explicarte. y suena el timbre. y bajo. y agarro el pedido y le digo al de la moto que no le pago. no te pago, perdoná. me hago cargo. que la plata la venga a cobrar la supervisora antes de las 11. y hasta luego, y perdoná de vuelta y te cierro la puerta. y llama la supervisora, que intuyo al toque que me quiere decir que las empanadas son gratis. pero no me las vas a regalar, guacha. antes de que empiece la frase le digo, no te las voy a pagar a menos que vengas a buscar vos la plata. y ahí sí me dice que me las regala, van sin cargo, me dice. y nada, que van sin cargo porque no me las querés cobrar, porque yo no soy un pijotero y ventajero. turra, pienso para adentro. y entonces nace la nueva modalidad de comer y chupar gratis (porque había pedido cerveza): llamá a eso de las 9.30, horario a full de pedidos y que te tarden (eso sí, no hagas como yo y mandate una picada antes). y las 10.30 llamá y quejate y hacé lo mismo. terminás comiendo gratis. lo más. porque nadie vulnera mis derechos de consumidor, carajo. y si querés cobrar, segurola y habana como diría el 10. noble repulgue y la puta que te parió. lo peor que las empanadas estas me siguen gustando.