calixto

y al final, siempre hay días como los de hoy. de esos que uno quiere descartar ni bien se despierta. al principio es sólo una intuición: no, no te levantes. a las 21.28, ya todo está confirmado: sí, fue jodido, duro. desde el momento en que tengo que esperar a mi viejo para una excursión a los pagos de victoria. luego, de nuevo al centro a introducirnos en los dominios de un niño que nos tiene a mal traer cuando se le canta el culo (pobre niño). para después, eso sí, la coronación de un domingo sin sol y lluvia: una caminata por easy palermo a comprar no sé qué mierda (acompañando a otras personas) y entonces la tarde se hace interminable, con un f que no quiere más lola y se quiere dormir (cosa que él puede hacer ahora y yo no). en un momento me dieron ganas de gritar. en serio. era como si estuviera dentro de la cabeza de un payaso de circo rodeado por quinientos mocosos pedigüeños. llegué hace un rato. y luego de la rutina de alimentar-cambiar-acostar a f, ahora sí tengo un rato para mí. vamos a ver cómo lo aprovecho. no sé, me quería descargar.