lunes, julio 04, 2005

 

viaje

de cómo un niño en el subte me transporta al cusco. porque lo que hacía fue visto -por mí- y por primera vez, a bordo de un tren desde aguas calientes al ukuku del mundo. el niño en buenos aires como en el perú tenían la misma fisonomía: piel marrón, con cachetes curtidos por el sol, un moco a punto de salir, a punto de caer, un pequeño tamaño, un buzo monocromático, manos sucias, etcétera, etcétera. etnia, seguramente quechua, aymará, inca, whatever. la cuestión es que, como en aquel viaje de 1996, el tipo se para en medio del vagón y, a voz en cuello, atrona contra una canción conocida, de tintes infantiles quizás. girta más que canta y la gente lo escucha. y luego pasa la mano para recolectar monedas. la única discordancia era mi espíritu. en esa oportunidad, estaba pletórica de ondas positivas (sí, término new age pero que cualquier caminante de la zona podrá atestiguar como tal); hoy, más bien esta imbuido de ánimos porteños, que no necesariamente es mala onda pero que se le parece. lo único que le agradecí en silencio al niño fue ese momentáneo paseo a otras épocas en que mi realidad era totalmente distinta, muy bonita aquélla, increíble experiencia. entonces, pensándolo bien, quizás sí tendría que haber sacado alguna moneda. digamos que se convirtió en un agente de turismo mental. gracias para vos, muchacho.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?