calixto

alguien me lo hizo notar. en menos de quince días me contradije olímpicamente. bueno, es una categoría posible dentro de mi descripción. las contradicciones, digo. es que estoy en constante evolución y a veces eso choca con el pasado. no le tengo miedo a los cambios. me curé de espanto con tantos que tuve en mi vida. pero la referencia viene a cuento de los gómvitos no deseados de unas semanas atrás y la ahora realidad del embarazo. si bien admito la contradicción de nuevo, puedo decir a mi favor que unos días antes de aquél post, en un casamiento -material para un post futuro quizás- admití la posibilidad de quedarnos (el plural se usa más que nada para estar en contacto con mi lado sensible) embarazados en breve. sí, no era el tiempo ideal porque queríamos programar el nacimiento para un mes después de marzo. pero no pudo ser. o no quisimos que fuera así. aunque, en rigor de verdad, soy un queso para los números. esa es la pura verdad. e hice mal las cuentas. entonces la alegría, igual, es entendible, ¿está bien?