domingo, julio 17, 2005

 

long live the tupper

sigo metido en el tupper. una vida peronista a full. apenas y el jueves vi la luz oscura de la noche en soledad. me aventuré a ese crisol de locales que es la avenida cabildo hasta llegar a juramento y a un bolichón con comida rica y cerveza cara. la excusa, encontrarse con amigos. tres de ellos. y mirar un partido de tenis. y hablar de boludeces. y de tenis. y qué tiro pibe, pero el domingo que en verdad es sábado perdemos. por suerte no perdimos. lo digo como si me cambiara la vida. y después de pagar veinte pesos volví a casa. y me metí en la cama. un poco tarde, lo confieso. mano a mano con la computadora, se pasa el tiempo. y ayer, nada. bancarse un rato a hijos ajenos y disfrutar al propio. y vanagloriarse de ello. sólo un remedio para el tedio. aunque la verdad, f está cada vez mejor. por más que no duerma siesta. hoy nos fuimos a pilar, a almorzar asado cagándonos de frío afuera. eso fue lo único malo, como si el estar lejos del centro obligara a vivir a la intemperie. mentalidad de departamento que le dicen, como meterse en la pileta a toda hora porque en tu edificio no hay. y uno, que vivió en el verde (ponele, don torcuato, la horqueta) sabe que en el verde, cuando hace frío, te guardás adentro y punto. así que, a la hora del frío en serio, partimos raudos a lo de mi hermano, que queda a tres cuadras y estuvimos adentro, disfrutando del calorcito de hogar y de los gritos de niños. y enterarse de novedades familiares. y alegrarse por la mayoría y escuchar las demás con cara de circunstancia. todo sea para no volver a campo krosty. lo único malo es que, entremedio de tantas familias y sonrisas por doquier, me estuve retrayendo en mi caparazón. estuve incubando una bronquita. porque sí. quizás porque vengo de una semana a puro sí. y quería largar algunos no para variar. y esos no me salen bien, lo sabemos. por ventura, la otra parte no estaba interesada en entrar en mis pelotudeces y me dejó berreando solo. y ahora ni siquiera ofrecí nada para comer. ya ni tengo hambre. vengo y bajo las fotos de f que, para esta altura, tiene más fotos propias que yo en toda mi vida multiplicada por ocho. ¿para qué quiero tantas? ¿por qué no? tengo cámara digital y me divierto con esto. déjenme al menos una, por favor. cuando él sea grande hará con ellas lo que se le cante. mientras tanto, las miro en la computadora y las disfruto. para cerrar, el parte médico: el embrión está en tirano. tiene a m semi postrada. le transforma la jeta. y atenta contra la salud mental dentro del tupper de la calle ugarte. a poner buena cara, que para eso me pagan. y mañana temprano, a los exámenes de rigor.

Comments:
uh calixto dale posteá
 
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