viernes, julio 22, 2005
at evening at de malba
la idea es ir a ver a tomi lebrero. que presenta un disco. en el malba. y uno se toma su tiempo para llegar. porque acomoda a m. y acuesta a f. porque m se siente mal. y llego tarde al malba. y dos guardias te impiden entrar. junto con otros en situación de delay. y yo que no quiero poner cara de rebotado. la verdad que tienen algo de patético esas caras de personas contra las puertas de x boliche bregando para que el tipo se apiade y te franquee la entrada. no se puede dice el hombre. se colmó la capacidad de la sala. y así me quedo afuera. y llega un amigo. y nos vamos a tomar un café. y sale bien eso, por más que yo pensaba que podía ser la media hora más tortuosa de mi vida. tengo que subir mis expectativas con respecto a algunas personas. hay que dejarse llevar. y reincido luego en el malba, que para ese entonces me tiene bastante podrido. y se abren las puertas porque el recital terminó. y me tomo un vino. y veo gente que hace mucho no veía. y converso. y todos me cargan por mi sobretodo que, dicho sea de paso, me hace feliz. o sea, si ven a un tipo con un sobretodo gris-azul (porque para mí es gris pero siempre habrá alguien que resalte la tonalidad azulada) sepan ustedes que me lo regaló mi suegra. y que para mí tiene onda. hay que explicar, eso sí, que no es nazi, sino británico. y en estos explosivos días londinenses hasta le aporta un valor extra. solidaridad. esa es la cuestión. y entre las caras extrañas noto una que no veía hace un montón. una exnovia. y está embarazada. me alegro por tí, chica. y a lucas le digo que lo voy a postear. y lo posteo. y lucas se va a atender a su familia. y los otros nos vamos a comer a la barra. somos pocos. cuatro en total. un número que se viene repitiendo y es sinónimo de buena compañía. interesante es poco decir sobre la charla. la verdad es que hace mucho no nos poníamos al día con cuestiones personales con estos personajes. entretenido todo. y, obvio, todo deriva siempre al mismo tópico. y se hace más entretenida la charla aún. y vuelvo a casa contento. y hoy me levanté entonces de buen humor, engrandecido por el hecho de encontrar doscientos pesitos en la calle, un pequeño plan trabajar para este trabajador de la tinta y el papel. qué más se puede pedir. algo más, que estas 24 horas idílicas terminen bien. no, para eso aún hay tiempo. y m sale a comer con amigas y llegó hace un rato. y ver su cara ya me cambia la mía. saber que ella la pasó bien, afuera de casa un rato, le agrega aire fresco a la relación. y ya no me importa el hecho de haber comido solo, con sobras calentadas al microondas. che, me sale el alterio de adentro y mi luppi me aconseja con improperios que no joda. mejor me hago un kurosawa, me entierro a lo tarantino y resucito a lo gibson mañana, más fresco.